viernes, 27 de septiembre de 2013

ANFIBIOS Y FUENTES: Salamandra salamandra bejarae EN LOS MONTES DE TOLEDO

Muchas veces se lee que los abrevaderos tradicionales para el ganado son importantes para la reproducción de muchas especies de anfibios amenazados. En realidad, el deterioro de los ambientes naturales en los que deberían reproducirse (charcones estacionales, pequeños humedales ricos en macrófitos acuáticos,...) ha hecho que, en numerosas ocasiones, fuentes y abrevaderos sean los únicos puntos en los que estos animales pueden completar ya su ciclo biológico. En nuestra zona, uno de los casos más conocidos es el del sapo partero suroriental (Alytes obstetricans pertinax), que depende ya en gran medida de ambientes artificiales para criar. En la localidad de Aranjuez, por ejemplo, los pocos núcleos reproductores que quedan se encuentran asociados a acequias de riego.

Más al sur, en la vertiente septentrional de los Montes de Toledo, encontramos un caso similar: una fuente que seguramente sea el único punto donde aún se reproduce la salamandra en muchos km a la redonda. La zona presenta un relieve bastante abrupto, con laderas pronunciadas. El suelo está compuesto fundamentalmente por cuarcitas. Aunque, debido a la altitud y orientación (norte) se trata de un paraje relativamente húmedo, dominado por robledales de melojo (Quercus pyrenaica), apenas quedan charcas o pilones sin colmatar, y los arroyos locales son intermitentes y poco propicios para los anfibios. El único punto donde pudimos constatar la reproducción de este tipo de animales, fue la fuente mencionada anteriormente. Dada su situación y dimensiones, antiguamente se usaba como abrevadero para el ganado de los pueblos cercanos.

Al echar un vistazo descubrimos una gran cantidad de larvas y metamórficos de la forma local de la salamandra común (Salamandra salamandra bejarae).

Metamórfico (aún con restos de branquias externas):


Larvas de gran tamaño:



La península ibérica es probablemente la región del continente donde la salamandra común presenta una mayor diversidad de subespecies locales. Algunas son tan distintas de la forma centroeuropea, que se duda de si se trata de especies separadas. En el centro peninsular, el caso más conocido seguramente sea el de la salamandra de Gredos (Salamandra salamandra almanzoris): pequeña, estilizada y de color casi enteramente negro, sólo se encuentra en algunos puntos de alta montaña del Sistema Central (sobre todo en la zona de la Laguna Grande de Gredos, a más de 2.000 m de altitud). Otro caso menos conocido es de la salamandra penibética (Salamandra salamandra longirostris), que no sólo es morfológicamente muy distinta a otras salamandras, sino que genéticamente se encuentra muy alejada de ellas.

La forma que encontramos en los Montes de Toledo (Salamandra salamandra bejarae) se considera una subespecie característica de algunas áreas del centro peninsular. Se conocen poblaciones de esta forma en el norte del Sistema Ibérico, los Montes de Toledo, este del Sistema Central, así como en los Montes de León. Se caracteriza por presentar glándulas parótidas cortas y anchas, y por la coloración negra con manchas amarillas relativamente reducidas que con frecuencia adoptan forma de comas. Suele tener manchas rojas en la cabeza, garganta y patas delanteras. Genéticamente se encuentra próxima a Salamandra salamandra gallaica, que la sustituye al oeste, y a Salamandra salamandra terrestris, que la sustituye al este.

La fuente donde encontramos estos animales, presentaba aguas frías y cristalinas, y gran cantidad de algas filamentosas. La verdad es que había muchas salamandras, lo cual fue una alegría. Sin embargo, hay que decir que distaba mucho de ser un lugar cuidado. Encontramos una gran cantidad de bolsas de plástico, botellas y alguna que otra garrafa, tanto en el fondo como flotando. Esperemos que la mentalidad de la gente cambie, ya que el deterioro de los puntos donde estos animales se reproducen, se vuelve cada vez más grave a medida que dichos lugares se hacen más raros.