martes, 29 de abril de 2014

¡ADIÓS A SAN GLORIO!

Así da gusto empezar la semana, ¡y más una con un largo puente por delante!


ADIOS A SAN GLORIO

Publicado en 24/04/2014
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Tras el rotundo fracaso de la concentración del pasado día 19, las declaraciones de importantes responsables políticos regionales desmarcándose del proyecto y el abandono del mayor inversor del consorcio, muestran el corto recorrido de este proyecto.
Aprovechando las vacaciones de Semana Santa y el consiguiente aumento de población en la Comarca, se convocó una concentración en busca de un apoyo que no consiguió. Todos los indicadores apuntan a que el proyecto de estación de esquí en el puerto de San Glorio se enterrará definitivamente, y no será por culpa de los ecologistas, como manifiestan los responsables de los municipios que supuestamente se verían implicados en él, sino por la incompetencia manifiesta de la Junta de Castilla y León a la hora de tratar de sacar el proyecto hacia delante instrumentalizando figuras legislativas ilegales como son las leyes de “caso único”, tan en boga entre nuestros gobernantes.
Desde la administración regional podrían editar un manual de cómo no deben gestionarse los Espacios Naturales y de cómo saltarse las leyes según los intereses de cada momento y lugar. Esta desastrosa gestión ha llevado a los habitantes de la montaña palentina a perder una década de desarrollo y de avance hacia un modelo socio-económico ligado al Parque Natural.
Esto no ha sido posible, además de por la torpeza de la Junta, por el corporativismo político mostrado por los alcaldes de la zona que han optado por obedecer las órdenes del partido a costa de defender los intereses de sus vecinas y vecinos. Ese seguidismo al dictado del amo tiene, para algunos, recompensa personal en el reparto de cargos en la institución provincial, mientras sus pueblos se mueren.
Por si fuera poco, y a modo de requiem, el anuncio de la familia Álvarez de abandonar el accionariado de Tres Provincias junto a los requerimientos por impago que al menos dos empresas han presentado en los juzgados de Palencia contra el consorcio, viene a sonar como un “sálvese quién pueda” o “si te he visto no me acuerdo”.
Lejos de aprovechar la oportunidad de contar con la máxima figura de protección de un Espacio Natural en Castilla y León y así estar a la altura de los tiempos que marca el siglo XXI, se opta por el chantaje y la amenaza de abandonar el Parque Natural para entrar de lleno en el siglo XIX. Por suerte para los habitantes de la Montaña , vemos que esta idea peregrina del alcalde de Velilla y diputado provincial no es respaldada por el resto de regidores, que con un poco más de sentido común prefieren continuar dentro del Parque Natural.
Ante la más que previsible sentencia del Tribunal Constitucional que finiquitará definitivamente el proyecto de esquí de San Glorio, es hora de que los alcaldes de la montaña no pierdan más tiempo y exijan al Jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente y al Director-Conservador del Parque Natural que se desarrollen en su totalidad los artículos del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN), comenzando por la redacción y aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) y dotando económicamente los planes de desarrollo para este Espacio Natural.
Es hora de pedir que el Parque Natural sea gestionado de manera racional y buscando la consecución de los fines para lo que fue declarado, si sus máximos responsables se ven incapaces, que dejen paso a personal más comprometido y competente para sacarlo adelante.

Fuente:
http://ecologistaspalencia.wordpress.com/2014/04/24/adios-a-san-glorio/

viernes, 25 de abril de 2014

PRIMAVERA E INSECTOS EN SOTOMAYOR, ARANJUEZ

Aprovechando la recta final de la Semana Santa, hemos aprovechado para hacer una salida al valioso paraje conocido como Sotomayor, en Aranjuez. Valioso y amenazado, como ya he explicado otras veces en este blog, por los planes demenciales de algunos políticos madrileños (y sus amigos en la empresa privada) de hacer un complejo de ocio en esta joya medioambiental. La primavera pasada dediqué una entrada a algunas especies de plantas especializadas en suelos yesíferos que pueden encontrarse en los cerros de Sotomayor. Varias de ellas se encuentran protegidas (aunque en la práctica, eso no sirva de nada a la hora de maniobras especulativas y/o corruptas). Incluyendo el amenazadísimo pítano (Vella pseudocytisus):


En esta ocasión, tras las generosas lluvias de principios de primavera, los pítanos volvían a estar en flor. Muchas otras especies de plantas se encontraban en pleno crecimiento. Sin embargo, en aquel corto paseo decidí centrarme más en la fauna de insectos, para, así de paso, comenzar una especie de censo propio de este tipo de animales en la zona. Había una infinidad de insectos revoloteando, incluyendo dípteros peludos de color anaranjado que libaban de las flores, varios tipos de abejas solitarias y pequeños escarabajos que revoloteaban por todas partes. El problema, como no, es que casi todos eran rápidos, con unos reflejos endemoniados y muy desconfiados. Nada de eso es una sorpresa para aquellos que se hayan puesto a fotografiar insectos. Pero es mi excusa para el escaso número de especies que he podido poner en esta entrada.

El primer ejemplar realmente interesante que encontramos fue esta oruga del geométrido Compsoptera jourdanaria, que parecía camuflarse perfectamente con un diseño a rombos similar al dorso de una serpiente:


Se trata de una especie ligada a ambientes esteparios, cuya área de distribución mundial se limita, al parecer, a áreas de Portugal, España, Sur de Francia, Córcega y Cerdeña. En Madrid, sus principales poblaciones se encuentran en el noreste y, especialmente, en el sureste, siempre en medios abiertos y secos. En el sur y sureste de nuestra comunidad, Compsoptera jourdanaria se alimenta de plantas del género Artemisia, como esta ontina (Artemisia herba-alba), sobre la que encontramos la larva:


Las Artemisia son plantas características de los ambientes esteparios ibéricos. Con frecuencia consideradas "matojos" de los eriales, se trata en realidad de especies claves en nuestros ecosistemas áridos. Entre otras cosas por la gran variedad de insectos especializados que se alimentan de ellas. Ése es el caso de esta pequeña polilla de los cerros, Compsoptera jourdanaria, que, en realidad, sólo se alimenta en su fase de oruga. Los adultos viven poco tiempo, durante el verano, sin comer. Aprovechan para buscar pareja y reproducirse antes de morir, cuando sus reservas energéticas se agotan. Las larvas, eso sí, nacen y se desarrollan sobre las ontinas hasta bien entrado el otoño, y después se ocultan para hibernar. Vuelven a emerger en primavera para terminar su crecimiento, convertirse en crisálidas y completar el ciclo, de manera que sólo se da una generación al año.

Sin duda, la planta protagonista en buena parte de la actividad invertebrada era el gamón (Asphodelus ramosus), que se encontraba entonces en plena floración:


Esta planta vivaz, comestible si se prepara adecuadamente y muy peligrosa si no se cocina bien, es ignorada por el ganado, pero supone un alimento importante para una gran diversidad de invertebrados. El primero que pude fotografiar alimentándose de sus flores fue el chinche Horistus orientalis, un hemíptero de la familia Miridae:


La verdad es que resultaba muy común, aunque no necesariamente fácil de detectar. Horistus orientalis no es una especie rara. Se distribuye ampliamente por el continente europeo y, como otros de sus parientes, es un insecto polífago que se alimenta de la savia de muchas especies de plantas. Por suerte para mí, se trata de la única especie de Horistus presente en nuestra región, así que me resultó fácil de identificar.


En esta especie, como sucede con otros hemípteros, las crías carecen de fase larvaria propiamente dicha. Eso los diferencia de los escarabajos, que sí pasan por una fase de larva muy diferente a la forma adulta. En las chinches, las crías se desarrollan aprisa pasando por diferentes etapas de fase de ninfa, bastante parecidas a la forma adulta. Pudimos observar ninfas de Horistus orientalis, más pequeñas que sus progenitores y, como sucede con las ninfas de los saltamontes, sin alas:


Pero, si las chinches me resultaron bastante fáciles de fotografiar, las siguientes fotos costaron mucho sudor:



Se trata del único himenóptero que conseguí fotografiar, aunque a las flores bajaban numerosas especies de abejas y abejorros de diferentes tamaños y formas. Esta especie en concreto, me ha resultado imposible de identificar. Seguramente es por torpeza, pero le he dedicado bastante tiempo a comparar su morfología con diversas especies de ápidos, sin éxito. Creo poder asegurar que es un ápido del género Xylocopa o, al menos, muy próximo al mismo. Como otras abejas carpinteras de este género, se trataba de un himenóptero robusto, básicamente negro y, a diferencia de los miembros del género Bombus, con el abdomen liso en vez de peludo. Sin embargo, estos ejemplares eran bastante más pequeños que Xylocopa violacea, que es la abeja carpintera más común. Tal vez podría cuadrar con las dimensiones y aspecto general de Xylocopa iris, pero no sólo me parece un poco más grácil, sino que presenta una clara mancha de pelillos blanquecinos justo detrás de la cabeza. Agradecería mucho alguna pista de alguien que quiera echar una mano...

En algunas zonas de los cerros de Sotomayor, se pueden observar especies de plantas leñosas de porte arbustivo, también muy importantes para la biodiversidad local, como es el espino negro (Rhamnus lycioides):


Sin embargo, en la estepa alta, los espinos y efedras forman comunidades abiertas en una matriz de asociaciones bastante complejas de plantas de menor porte (muchas de ellas muy resistentes a la sequía y las temperaturas extremas):



En esta parte más elevada y seca, encontramos varias especies de insectos bastante llamativas. Es el caso de este curioso escarabajo con antenas largüísimas:


Se trata de un longicorne (Agapanthia asphodeli), un coleóptero del grupo de los cerambícidos que, como puede observarse, se diferencian fácilmente de otros escarabajos por sus impresionantes antenas.


Este longicorne se encuentra asociado a plantas de los géneros Asphodelus, Thapsia y Ferula. Estos tres géneros de plantas se desarrollan en los cerros de Sotomayor, de manera que se trata un hábitat ideal para este invertebrado. Por ejemplo, pudimos fotografiar varios ejemplares de cañaheja (Ferula comunis), en pleno desarrollo:


En este momento, sin embargo, se encontraban centrados en la floración del gamonal. Y, como curiosidad, su nombre científico (asphodeli) hace referencia al gamón (Asphodelus).

Los cerambícidos son conocidos por diversas especies que dependen de la madera muerta y que, por este motivo, se encuentran ligados a bosques maduros o a dehesas con árboles viejos. En estos casos, las larvas son xilófagas, es decir, se alimentan de madera. Sin embargo, Agapanthia asphodeli no lo hace. Las hembras depositan los huevos en los tallos de las plantas nutricias, cerca del suelo, y al eclosionar, éstas los horadan y penetran en su interior. Allí se alimentan de sus tejidos hasta que, completado el desarrollo, se metamorfosean en adultos.

En cuanto a su distribución mundial, se encuentra en Europa, norte de África, Ásia menor y el Cáucaso, por lo que se considera una especie holomediterránea. En nuestro país, entre tanto, es más común en regiones submontanas.

Otro hemíptero que localicé un poco más adelante, en la zona más elevada de los barrancos, fue este chinche de aspecto espectacular:


Lo he identificado tentativamente como Carpocoris fuscispinus. Y es que, aunque estoy completamente seguro de que se trata de un scutellérido del género Carpocoris, cuando me he puesto a investigar en casa, me he encontrado con que, para diferenciar unos Carpocoris de otros, es necesario poner atención a las características del abdomen, por ejemplo. Esto no lo sabía en el campo, así que ni se me ocurrió mirarle los bajos (cada vez más, procuro no tocar los animales que fotografío). En cualquier caso, Carpocoris fuscispinus es la especie que más se ajusta a las características del ejemplar que estaba posado en lo alto de una flor de gamón.

También conocido como chinche de las semillas, este insecto de amplia distribución (Mediterráneo occidental, tanto en su vertiente europea como africana) se encuentra ligado a ambientes abiertos o semiabiertos, ricos en vegetación herbácea. Puede encontrárselo en herbazales, campos, matorrales no demasiado cerrados, bordes de bosques, bordes de caminos e, incluso, en ambientes agrícolas, sobre todo si existen campos en barbecho. Tanto los adultos como las ninfas se alimentan de savia, que succionan con un aparato bucal especializado. Esto los convierte en plagas para algunas cosechas, aunque, como se ha mencionado, los paisajes agrícolas no son su hábitat principal. Como en otros chinches, el desarrollo hacia la fase adulta es relativamente sencillo, ya que las crías se parecen mucho a sus progenitores y crecen realizando una serie de mudas sin dejar de alimentarse.

Como en otros insectos de nuestras latitudes, se dan dos generaciones anuales, con adultos emergiendo en primavera y, después, en verano y otoño.

Mucho más especializado, y difícil de encontrar en esta ocasión, es el escarabajo de los espárragos (Crioceris asparagi):


Se trata de un pequeño coleóptero de la familia Chrysomelidae, conocida por sus espectaculares especies de colores metálicos. En este caso, el escarabajo de los espárragos es pequeño, aunque dotado de una coloración muy llamativa, basada en combinaciones de negro, rojo y amarillo. Por supuesto, estaba en un tallo tierno de espárrago silvestre (Asparagus acutifolius). Estos coleópteros son especialistas que sólo se alimentan de los tejidos de las esparragueras. Muy común en el sur de Europa, Crioceris asparagi también se caracteriza por presentar una fase larvaria más bien breve, mientras que los adultos viven durante todo el verano e hibernan después para emerger la primavera siguiente y reproducirse.

Después de esta corta visita primaveral a los cerros de Sotomayor (alrededor de una hora) dan ganas de volver con más tiempo para localizar nuevas especies. El placer que produce pasear por las laderas esteparias y contemplar sus formas de vida, sólo se ve empañado por la amenaza del complejo hotelero e hípico que el Gobierno de la Comunidad de Madrid quiere levantar en este paraje.

miércoles, 23 de abril de 2014

EL NEGOCIO DE LA PRIVATIZACIÓN DE LA VIVIENDA PROTEGIDA

Acabada la burbuja inmobiliaria, es notorio el hecho de que se siga produciendo una sangrante especulación con el parque de viviendas vacías (millones en España, mientras miles de familias son desahuciadas y quedan sin hogar, pese a que el derecho a una vivienda digna está recogido en la Constitución). 

Con su paso al banco malo, o Sareb, el Gobierno hace dos cosas simultáneamente: por un lado hace públicas las pérdidas privadas de bancos y grandes empresas, que no son capaces de deshacerse de esos "activos tóxicos". Es decir, de las viviendas que ahora no son capaces de vender. Y, por otro lado, no utiliza esos mismos inmuebles vacíos para alojar a familias necesitadas, sino que los vende a precios ridículos a fondos buitre internacionales.

Diversas asociaciones, plataformas y particulares, llevan tiempo denunciando la falta de transparencia del Sareb (institución pública, no lo olvidemos) y sus prácticas irregulares e, incluso, delictivas. En el caso de la Comunidad de Madrid, el esperpento llega al punto de especular con las viviendas protegidas, también bajo la tutela de la Administración (mediante el Ivima). Y aquí, es dramático observar cómo se entregan estos inmuebles a manos de fondos especulativos sin escrúpulos, con el silencio cómplice de los medios de comunicación. 

Dejo aquí un artículo muy interesante del diario Diagonal, que recomiendo siempre:

3.000 VPO VENDIDAS A INMOBILIARIAS Y A FONDOS ESPECULATIVOS
Privatización de viviendas protegidas: “O pagas o a la calle”
La inmobiliaria Encasa Cibeles, de Azora y Goldman Sachs, se hace con 3.000 VPO por 201 millones de euros.


Manifestación en diciembre de 2013 en el barrio de la Ventilla por la venta de viviendas sociales del IVIMA


“O pagas o a la calle. No somos una ONG. Somos inversores. Hemos invertido millones y queremos ganar dinero”. Fue la respuesta que los inquilinos de viviendas sociales jóvenes del Ivima recibieron de Encasa Cibeles, la sociedad pantalla que esconde aGoldman Sachs y a Azora a la que la Comunidad de Madrid ha malvendido casi 3.000 VPO por 201 millones de euros.
“No somos una ONG”, dicen. Sin embargo, los contribuyentes han subvencionado a estos causantes de la crisis financiera, global y doméstica, la adquisición de unas viviendas protegidas por 201 millones que se tasaron en 300 millones. Les ha costado cada piso unos 67.000 euros, mientras que a sus adjudicatarios, si quieren ejercer el derecho a compra, les exigen unos 150.000 euros. Cabe destacar que más de la mitad de estos inquilinos cobran la renta mínima. Son parados de larga duración, mujeres solteras con hijos, familias numerosas, inmigrantes, discapacitados… “Estas casas son de protección pública, están hechas con el dinero de todos los madrileños”, defienden los vecinos.
Cada piso les ha costado 67.000 euros, mientas que a sus adjudicatarios les exigen unos 150.000
Desde que la Comunidad de Ma­drid del heredero de Esperanza Aguirre, Ignacio González, entregara a los buitres estas viviendas sociales, Encasa Cibeles, o sea, Azora y Goldman Sachs, no han parado de cometer irregularidades. La primera fue un error tipográfico por el que figuraba que habían adquirido las 2.935 viviendas, repartidas en 32 promociones, con sus 42 locales comerciales, ¡por 201.000 euros! Di­cho error obligó a modificar la resolución, lo que concedió a los inquilinos el tiempo suficiente para presentar un recurso ante los tribunales, con la ayuda de movimientos por el derecho a la vivienda como la PAH. Más del 80% de los afectados se pudieron acoger a la justicia gratuita. Pero sus situaciones son tan precarias, que muchos no tenían dinero ni para pagar el transporte para ir a poner el recurso.

Más irregularidades

Según los afectados de la venta, “Encasa Cibeles compró las 3.000 viviendas sociales con un capital inicial de 3.000 euros, ¿te lo puedes creer?”. Su sorpresa no se queda ahí: “Si por contrato hay que ejercer el derecho a compra en 2014, ¿cómo pueden vender nuestras viviendas en 2013?”, “¿y por qué nos exigen que paguemos todo o compremos cuando se acabe la subvención, si tenemos derecho hasta a ocho años?”, se preguntan. Ade­más, inciden en que “poco antes de la venta, cambiaron la ley para que se pudiera vender el conjunto de los edificios para no tener que dar el derecho al tanteo, pero la legislación dice que tienen que preguntarme”.
En los últimos meses, los medios han ido sacando a la luz más malas prácticas –cuando no supuestos delitos– de Goldman Sachs y Azora. Han puesto las viviendas a la venta por internet con los inquilinos (con opción a compra por contrato) dentro y por unos precios superiores al precio tasado del Ivima. En algunos casos, piden más del doble de lo que les costó adquirírselas a la Comuni­dad de Madrid. Todo un negocio privado con dinero público con tintes de presunta ilegalidad. Además, los afectados señalan que los anuncios ofertan cosas inexistentes y con fotografías que no se corresponden con la realidad.

Estimad@ Inquilin@, paga el IBI

Recientemente, los afectados han recibido cartas encabezadas con un “estimad@ inquilin@” para exigirles que pagen el Impuesto de Bie­nes Inmuebles (IBI) y la Tasa de Resi­duos Urbanos por adelantado. Les piden de una tacada 600 o 900 euros, e incluso les ofrecen la posibilidad de fraccionarlo. Ante esto, los vecinos se han informado en sus respectivos ayuntamientos, donde les han dicho que ni siquiera se conoce aún el valor catastral de las viviendas. El IBI es un impuesto que pagan los propietarios, no los inquilinos. De hecho, el Ivima nunca se lo exigió.
En todo caso, según el artículo 20.1 LAU, arrendador y arrendatario tenían que haber pactado y haber hecho constar por escrito a la fecha del contrato el importe anual del IBI. Cosa que no se ha hecho, por lo que no es exigible, defienden los vecinos. Además, Encasa Cibe­les está pidiendo por adelantado fraccionar y repercutir unos pagos (de IBI y de residuos) que hasta el momento no ha abonado. Es más, ni siquiera sabe si procede que los inquilinos los paguen, ni su cuantía exacta. “Están intentando recaudar dinero de cualquier forma”, lamentan los afectados.
Por si todo esto fuera poco, los caseros están pidiendo a sus inquilinos maltratados que les ayuden a echar a los ocupas que están utilizando estas viviendas sociales. En el Ensanche de Vallecas, donde más afectados hay, aproximadamente el 30% de los pisos está ocupado por familias en su mayoría gitanas. Pero los arrendatarios no les han seguido el juego: “No es fácil la convivencia, pero mi problema no son los ocupas. Mi problema es cómo puedo llegar a fin de mes con la renta que tengo”, aseguran.
A los vecinos que sí pagan, les están intentando separar: “Cada vez que se acaba una subvención, nos dicen que hay que pagar el alquiler entero, o comprar el piso, o si no, a la calle. También nos están intentando separar. Nos ofrecen otro contrato, otro piso, otra zona…”.
¿Cómo viven esta situación los afectados? “Me está enfermando. No veo lógica. No tenemos recursos. Están jugando con nuestro futuro. Casi no duermo pensando en que me pueden echar. Nos dicen que nos enfrentamos contra los poderosos: la Comunidad de Madrid y Goldman Sachs, que no sólo tiene peso económico, sino también peso político”, se lamenta una madre de tres hijos cuyo trabajo consiste en “buscar trabajo”. 

Negocios privados con dinero público

Las causas contra la operación se acumulan. Además del recurso presentado por los vecinos, ha sido admitida a trámite la querella criminal presentada por el Grupo Parlamentario Socialista de la Asamblea de Madrid contra la Comunidad de Madrid de Ignacio González por malversación de fondos y prevaricación por la venta “a precio de regalo” de las viviendas públicas a una empresa privada.
Fuente:

http://www.diagonalperiodico.net/global/22496-o-pagas-o-la-calle-no-somos-ong.html

lunes, 21 de abril de 2014

CORRUPCIÓN EN ASTURIAS EN EL COBRO DE INDEMNIZACIONES POR DAÑOS DE FAUNA SALVAJE

Es alucinante lo que hemos estado conociendo sobre el fraude en las denuncias sobre daños de la fauna a la agricultura y la ganadería en Asturias. Fraude que, hay que decirlo, ha costado a los contribuyentes una verdadera sangría de dinero público. Se trata, en realidad, de un proceso complejo que lleva en marcha muchos años ya. No sólo tiene como protagonistas a aquellos ganaderos o agricultores que tramitan falsos expendientes por daños, o expedientes duplicados, por ejemplo. Sino que la propia Administración asturiana ha llevado a cabo verdaderas políticas de exterminio contra determinadas especies (por ejemplo el ciervo y el lobo) para no pagar indemnizaciones por unos daños que, en gran medida, no se comprueban.

Existe una investigación policial en marcha, que esperemos dé resultados cuanto antes. Porque podríamos estar ante la punta del hiceberg.

Artículo:

Los destrozos de la fauna salvaje en Asturias

El caso de supuesta corrupción por el cobro de las ayudas de los daños del lobo

07.04.2014 | 01:21
Los destrozos de la fauna salvaje en Asturias
Los destrozos de la fauna salvaje en Asturias

La reciente operación de la Guardia Civil poniendo al descubierto la irregularidad de cobros de los daños causados por los lobos en Asturias supone un punto de inflexión a una campaña desatada en diversos ámbitos, que ha llegado a cuestionar si la fauna asturiana es un verdadero problema para el desarrollo socioeconómico del medio rural asturiano.
Más de mil expedientes cobrados supuestamente de manera fraudulenta ponen el dedo en la llaga de una situación que año tras año ha llegado a ser insostenible para la conservación de la naturaleza, dado que en realidad, tras el pago de indemnizaciones de animales salvajes, además de hacer justicia para compensar la pérdida de un patrimonio económico, se esconden también resortes de intereses variados que nada tienen que ver con la fauna.
Ahora la duda recae sobre cuántos de esos expedientes cobrados de manera duplicada corresponden en realidad a verdaderos daños causados por el lobo, y cuántos a un mayor fraude, al depositar el propietario un animal muerto por causas ajenas al lobo en el campo, lo que termina con esta especie salvaje como autora del daño tras el correspondiente expediente tramitado por la Administración regional.
Esta operación policial pone al descubierto una situación de evaluación y pago de daños anómala de la cual no se escapan otras especies de nuestra fauna. El oso carga también con muchas de esas culpabilidades fraudulentas, y especies como el ciervo, diezmado actualmente por una política de eliminación de la población para no pagar daños, se sitúa ante una acción aún más insólita que podría llegar a colapsar la población de este ungulado, con los desequilibrios correspondientes para los ecosistemas donde habita.
En algunas áreas de Asturias los daños del ciervo no se comprueban sobre el terreno, sino que se tramitan los expedientes en función de los daños peritados en años anteriores. Es decir, aun diezmando la población de ciervos se pagaría la misma cuantía económica que en años anteriores.
Resulta evidente que el sistema de pago de daños por indemnizaciones de fauna salvaje ha sido corrompido por estrategias de trabajos administrativos, llegando hasta nuestros días la aplicación de un modelo obsoleto que, como podemos comprobar, termina en muchos casos y de una manera u otra en fraudes sistemáticos a la Hacienda pública, de la cual hay mucho empeño en decir que esa Hacienda somos todos los españoles. Es decir, nos engañan.
Aun así, esta situación no debería de hacernos olvidar que, efectivamente, la fauna salvaje causa daños a los intereses económicos del medio rural. Y es obvio que si esos daños existen deben ser compensados con justicia. Lamentablemente, no parece estar la Administración asturiana cualificada ni capacitada para satisfacer al mundo rural en el marco de la legalidad las justas indemnizaciones que se deben asumir por mantener, proteger y conservar un bien común y muy preciado en Asturias como es la biodiversidad, lobos incluidos.
Ello podría dar pie a un posicionamiento al contrario, es decir, dejar de pagar con justicia los verdaderos daños causados por la fauna salvaje, un objetivo irrenunciable para quienes desde el ámbito del trabajo de la conservación de la naturaleza venimos reclamándolo desde hace más de treinta años, cuando se implantó en Asturias un modelo de comprobación y pago de daños ejemplar, pero que con el tiempo se ha prostituido hasta el límite de lo que estamos comprobando actualmente.
Tampoco el ecologismo astur, responsable de poner al descubierto esta situación ilícita, debe perder referencia de la necesidad de compensar justamente los daños de la fauna salvaje, siendo este un compromiso imprescindible en las estrategias de protección de nuestra naturaleza, y deberá, asimismo, hilar muy fino para no caer también en una exigencia intransigente, con medidas de evitar el control serio y riguroso mediante estudios técnicos y científicos de poblaciones de fauna salvaje, para garantizar la conservación de modelos exclusivos de procesos ecológicos en los que el mundo rural tiene un papel clave.
Pero, eso sí. Volviendo al tema del proceso iniciado tras las investigaciones de la Guardia Civil, que confío en que sigan adelante, se destapa con el asunto de los daños de los lobos y las indemnizaciones ganaderas uno de los modelos de gestión peor aplicados por la Administración asturiana desde hace años, y del que en la actualidad, aunque no haya sido causante en origen, sí es responsable el Gobierno regional socialista y, por extensión, aquellos grupos políticos que, aun estando en la oposición, han hecho de los daños del lobo ejercicio de campaña política, avalando con su actitud la existencia de una corrupción ahora puesta al descubierto.

Fuente:
http://www.lne.es/asturias/2014/04/07/destrozos-fauna-salvaje-asturias/1567901.html

jueves, 17 de abril de 2014

SAPO PARTERO DEL SURESTE (Alytes obstetricans pertinax)

Aprovecho esta entrada para volver a llamar la atención sobre las poblaciones de anfibios en la Comunidad de Madrid y, más específicamente, en la áreas orientales y meridionales de la misma (las más pobladas fuera de la capital). Los anfibios se consideran un grupo de seres vivos clave para medir el estado en el que se encuentra el medio ambiente en el que viven. Varias de sus características, como el uso de una variedad de ambientes a lo largo de su ciclo vital, su sensibilidad de la contaminación química y a otros factores adversos, hacen que sean unos de los primeros grupos de animales en verse perjudicados cuando los ecosistemas se deterioran. De hecho, las desapariciones masivas de anfibios en diversas áreas del planeta, se interpretan como síntomas de un verdadero cataclismo medioambiental global.

En España, a medida que en las últimas décadas se han desarrollado nuevos estudios, hemos descubierto que ni siquiera conocíamos cuántas especies vivían en nuestro territorio: eran más de las que pensábamos, y con un elevado grado de endemicidad. Un ejemplo de esto mismo es la descripción reciente de Calotriton arnoldi y de Triturus pygmaeus, que han resultado no sólo especies nuevas para la ciencia, sino que, en el caso de Calotriton arnoldi, pueden encontrarse gravemente amenazadas.

En otros casos, las revisiones de las características morfológicas y genéticas de diversas especies, han arrojado luz sobre la existencia de poblaciones geográficamente diferenciadas en muchos taxones. Esto, a su vez, se encuentra relacionado con la compleja historia climática y geológica de nuestra península. Pongamos un ejemplo: el sapo partero común (Alytes obstetricans).

La historia de los sapos parteros es muy muy antigua. Llevan en esta tierra mucho más tiempo que nosotros, los homínidos, y en su dilatada existencia han sobrevivido a todo tipo de cataclismos. Hace 16 millones de años, vivían alrededor de los grandes lagos salinos del centro de la península ibérica. Entre tanto, lograron dispersarse por la cuenca de un mar Mediterráneo agonizante, seco, reducido a un rosario de lagos hipersalinos situados en el fondo de lo que actualmente es el Mare Nostrum. Así fue como lograron alcanzar las Baleares y el norte de África, irradiando en una variedad de especies regionales. En tiempos más recientes, durante los periodos más intensos de la última glaciación, logró sobrevivir en algunos refugios templados, libres del avance de los glaciares. Y, tras la retirada de estos, volvió a expandirse.

Uno de los refugios, fue el sureste peninsular, relativamente cálido. Hace unos 12.000-10.000 años, gracias al calentamiento gradual del clima, estos parteros del sureste volvieron a recuperar territorios hacia el norte y el noroeste. Se distinguen en varios aspectos de los sapos parteros que sobrevivieron en otros refugios, por lo que se consideran una subespecie diferenciada: Alytes obstetricans pertinax. Aunque la diferenciación es difícil, puede distinguirse de otras subespecies por ser menos corpulento, tener el dorso más pálido y un cráneo más alargado, así como por carecer de verrugas glandulares en el dorso. 

Alytes obstetricans pertinax es el sapo partero que, hasta hace unas pocas décadas, se encontraba presente en amplias zonas de lo que hoy es el Parque del Sureste madrileño. Es posible que, aún a mediados del siglo XX, este anuro ocupara buena parte del sur, sureste y este de Madrid, penetrando por el valle del Manzanares y extendiéndose hacia Toledo por el oeste. Sin embargo, a día de hoy, puede afirmarse que esta especie ha sufrido una regresión pavorosa, hasta el punto de que se encuentra virtualmente extinto en casi toda la cuenca del Jarama. Citas de mediados del siglo pasado, apuntan a que era común en diversos puntos de la misma, generalmente asociado a la llanura aluvial y sus inmediaciones. 
Esto se encuentra relacionado con la historia evolutiva de esta especie, que necesita una humedad ambiental elevada, buscando habitualmente ambientes boscosos, frescos y húmedos. Seguramente, en el Jarama se encontraba originalmente asociado a dos medios diferentes. Por un lado, las vaguadas y arroyos estacionales que descendían por los cerros yesíferos, cubiertos de matorral y vegetación higrófila, que muchas veces desarrollaban pozas y pequeñas charcas. Por otro lado, se encontraba a lo largo de la planicie inundable del Jarama y sus inmediaciones. 

Es difícil hacerse una idea de cómo era el Jarama, porque hoy es un despojo, una caricatura de lo que era antes de que lo embalsáramos y cultiváramos sus dominios. La gente de sus riberas temía a este río. Por eso construyeron los pueblos lejos de sus corrientes devastadoras, de sus crecidas imprevisibles y furiosas. No tenemos en esta zona pueblecitos asomados al río, porque la gente le tenía demasiado respeto. Y es cierto que el Jarama era un río bravo, propenso a las inundaciones caprichosas y a los cambios de curso. Pero, precisamente por eso, su valle era uno de los más dinámicos y biológicamente diversos del centro peninsular. Extensos bosques inundables y no inundables se desarrollaban sobre los limos y arenas depositadas por los brazos fluviales. Y estos brazos, al ser abandonados por el Jarama, se convertían en rosarios de charcas cristalinas, rodeadas de bosques y pastizales. El paraíso de muchas criaturas. También del sapo partero.

La destrucción del paraíso es algo curioso. Porque podemos destruirlo físicamente, borrarlo del mundo. Pero aún más, conseguimos borrar el paraíso de nuestra mente: lo olvidamos, nos imaginamos que es otra cosa. Podemos mirar al Jarama hoy en día y decir que sigue siendo un río, que sigue ahí. Pero, en este nuevo mundo que hemos creado, a base de embalses, agricultura intensiva y urbanizaciones con campos de golf, el sapo partero no logra vivir. Y, tras resistir el paso de glaciares, el surgimiento de cordilleras infranqueables y escapar de mares en expansión, este anfibio desaparece ante nuestra indiferencia. En Madrid, las últimas poblaciones viables de Alytes obstetricans pertinax sobreviven como pueden en su extremo suroriental, asociadas en gran parte a la cuenca del Tajuña.

Por eso, estas fotos que tomó David hace algo más de un año, me dieron tanta alegría: 


Es un sapo partero joven, aparentemente perteneciente a una población reproductora situada en el entorno del Tajo, en el extremo sur de Madrid. Bastante lejos del Tajuña. También en el Tajo sus hábitats naturales prácticamente han desaparecido, y sobrevive reproduciéndose en balsas artificiales y alimentándose en ambientes ajardinados o huertas. En la práctica, estos últimos ejemplares dependen tanto de las infraestructuras hidráulicas humanas para criar, que se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad. No sólo están virtualmente aisladas de otras colonias de sapos parteros, sino que un cambio en las prácticas agrícolas, la falta de mantenimiento de aljibes o abrevaderos o el soterramiento de determinadas caceras, supondrían su extinción definitiva.

jueves, 10 de abril de 2014

ARTÍCULO SOBRE TANA Y EL OLVIDO

Me ha hecho ilusión encontrarme con este artículo sobre Tana y el olvido en el diario Más, así que lo dejo aquí puesto. Se ve que el periodista se ha leído la novela, lo cual es de agradecer.

“Tana y el olvido”: Ciencia-Ficción y desmesura creativa junto al Tajo


El miércoles 12 de marzo, en la Biblioteca Municipal, Miguel Martínez Rivas presentó “Tana y el olvido” (Ed. Adhara), una novela ambientada en el año 2576 y cuya acción transcurre en un territorio que al lector local le sorprenderá, especialmente, por lo familiar y cercano. Estamos muy acostumbrados a que este tipo de ficciones post-apocalípticas transcurran en lejanas regiones, casi siempre ubicadas en los Estados Unidos (pienso, por ejemplo, en “El planeta de los simios” o en “Soy leyenda”), pero entre nosotros no existe una tradición en el cultivo de este género. Por eso constituye una verdadera sorpresa esta novela (la primera de una trilogía) en la que sus personajes (pertenecientes a clanes de cazadores-recolectores) transitan por un territorio junto al Tajo, se internan en La Mancha o se aventuran hacia un insólito e “infernal” Madrid.
Miguel Martínez Rivas nos enfrenta también en esta inusual y ambiciosa obra con una fauna (osos, castores, jabalíes, avutardas, leones, flamencos, ciervos) y una exuberante flora desarrollada tras el cataclismo (“El Horror”) que tienen tanto protagonismo como los seres de carne y hueso. Los seres humanos han olvidado el lenguaje escrito (resulta estupendo el arranque de “Tana y el olvido” con un viejo intentando descifrar los signos-letras impresos en un cartel anunciador), pero conservan por tradición oral el hábito de contar historias y recrear mitologías que explican la Vida y la Muerte. También, por supuesto, veneran a sus Dioses y temen a sus Demonios que habitan en las ciudades derruidas y abandonadas.

Martínez Rivas (Madrid, 1978) es licenciado en Filología Árabe por la Universidad Complutense y ha residido, durante y después de sus estudios universitarios, en diversos países (Irlanda, Italia, Brasil y Marruecos). Su actividad laboral la desarrolla en el campo de la traducción y la enseñanza. Esta, su primera novela editada, cuenta con el aval de un prologuista como Federico Mayor Zaragoza quien señala de “Tana y olvido”: “Esta obra no es sólo una ficción muy atractiva y de fácil lectura, sino que es muy oportuna, porque la realidad -distinta, además, por ser descritas sesgadamente por un número excesivo de periodistas que son ´la voz de su amo`-moviliza muy precariamente. Y cunde la desesperanza. El buen periodista es el que describe fidedignamente lo que acontece… o pudiera suceder si no se corrigen las tendencias presentes. Comprometidos, implicados. es posible cambiar de trayectoria. El pasado no se repite fatalmente. La especie humana -como se concluye en este primer volumen de la trilogía y seguramente se confirmará en los siguientes- es capaz de inventar su futuro. La desmesura de la facultad creadora que la caracteriza, es nuestra esperanza”.

Fuente:

http://nuevomas.com/2014/03/21/tana-y-el-olvido-ciencia-ficcion-y-desmesura-creativa-junto-al-tajo/?fb_action_ids=847357358614665&fb_action_types=og.likes&fb_ref=.U0WOfy7fJvg.like

miércoles, 9 de abril de 2014

Tropinota squalida, EL ABOMINABLE ESCARABAJO DE LAS FLORES

Este pasado mes de marzo, David hizo esta foto a un pequeño escarabajo:


Se encontraba junto a una carretera, muy cerca de la ladera de un cerro yesífero. Lo que más llama la atención de este insecto es que tiene un aspecto tan peludo que parece una especie de insecto-yeti...

Con un poco de esfuerzo (dado que mis conocimientos sobre invertebrados son muy limitados), he conseguido identificarlo como Tropinota squalida, un coleóptero de la familia Scarabaeidae aunque, más específicamente, se engloba en la subfamilia Cetoniidae. Establecer la especie exacta no me ha resultado sencillo, debido al parecido entre Tropinota squalidaTropinota funesta, aunque algunas características apuntan claramente hacia la primera especie (como la prominencia marcada a lo largo de la junta de las alas).

Tropinota squalida es un escarabajo de distribución circunmediterránea muy extensa, que abarca la cuenca mediterránea europea, el norte de África y el oeste de Oriente Próximo, encontrándose también presente en el archipiélago canario. Ocupa preferentemente hábitats abiertos o semiabiertos, ricos en plantas con flores. Es más raro en medios forestales más densos, donde la diversidad de flores es menor. Esto se debe a que los adultos se alimentan preferentemente de estos órganos vegetales. No son insectos libadores, sino que muerden y comen los estambres y pistilo, fundamentalmente. Por este motivo, puede perjudicar determinados cultivos (como vides, árboles frutales o arándanos, caso de Huelva).

Tropinota squalida aparecen en su forma adulta dos veces al año. En primavera, de marzo a junio, emergen de forma escalonada de sus refugios invernales, y comienzan a volar y a alimentarse. Durante esta estación también se aparean y ponen huevos, antes de morir. De hecho, durante el verano no suelen observarse ejemplares maduros de Tropinota squalida, coincidiendo con un periodo de escasez de flores. Las larvas, eso sí, crecen rápidamente mientras tanto. Presentan un color blanquecino y se alimentan de raíces y otra materia vegetal en descomposición. Hacia finales de verano, completan su desarrollo y se metamorfosean en una nueva generación de escarabajos adultos. Estos ejemplares son los que se entierran durante el otoño para emerger una vez más la siguiente primavera.


lunes, 7 de abril de 2014

LA CIGÜEÑA Y LOS MAFIOSOS: IMPUNIDAD EN EL CASO DE NAVAS DEL MARQUÉS

¿Qué pasaría si cualquiera de nosotros cometiéramos una falta administrativa grave? Bueno, sin duda se nos caería el pelo. Incluso..., pongámonos en el caso de que cometiéramos una infracción al volante. Imaginémonos que unos agentes de movilidad nos pararan y, al tratar de sancionarnos, nos diéramos a la fuga. Bien, estoy convencido de que acabaríamos en el calabozo y bastante contusionados. Eso sí, siempre y cuando no seamos Esperanza Aguirre. La justicia en nuestro país, como en cualquier otro régimen no democrático, es absolutamente desigual.

Pues bien, un ejemplo de esto mismo lo hemos podido seguir a lo largo de los años con el caso de Navas del Marqués. Sí, aquel turbio asunto en el que un alcalde se asoció con un constructor para levantar una gran urbanización con campos del golf en un pinar protegido de Ávila. Para más señas, aquel turbio asunto donde varios cargos de la Junta de Castilla y León dieron el visto bueno a dicho proyecto, pese a que contravenía su propia legislación. Aquel asunto que se paró en el último minuto, pero que el propietario trató de zanjar talando el pinar (porque le daba la gana, aunque estuviera protegido por ser hábitat de cría de la cigüeña negra).

Acabamos de saber que, para el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, en ese "asuntillo" no hay culpables. Vamos, que no hay ni caso, porque sin responsables que hagan algo, ¿puede haber algo mal hecho?

La justicia no halla culpables de dañar el pinar protegido en Navas del Marqués

Absueltos cinco técnicos acusados de prevaricación y delitos contra el medio ambiente por el intento de construir una urbanización en una zona natural de Ávila




Los jueces no encuentran culpables al intento de construir 1.500 viviendas, una zona hotelera y varios campos de golf en un pinar protegido en las Navas del Marqués (Ávila) y los daños que ocasionó hasta que este gran proyecto fue paralizado hace ocho años. En junio de 2012 fueron absueltos el alcalde, Gerardo Pérez (PP) y el promotor de la urbanización La ciudad del Golf, Francisco Gómez. Hoy, el juzgado de lo Penal número 2 de Valladolid ha exonerado también a cinco técnicos y altos cargos de la Junta de Castilla y León que estaban acusados de prevaricación administrativa y delitos contra la ordenación del territorio y el medio ambiente.
El fallo, contra el que cabe recurso en 10 días, concluye que ninguno de los informes que emitieron se considera resolución administrativa por lo que no fueron determinantes para conceder licencia alguna. Tanto la fiscalía como los abogados de la acusación particular, ejercida por Ecologistas en Acción y Centaurea, reclamaban ocho años de inhabilitación para ellos.
Los funcionarios absueltos son Mariano Torre Antón, José Ignacio Molina, Juan Manuel Pardo Ontoria, Sabas Yagüe Bosch y José Ángel Arranz, actual director de Medio Natural en la Junta de Castilla y León. El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván se ha mostrado satisfecho por la resolución. “Siempre he confiado en el rigor y el buen hacer de los trabajadores públicos en general y de mi gente en particular”, ha declarado tras conocer la sentencia, notificada hoy.
La satisfacción de la Administración se torna preocupación si se pregunta a los colectivos ecologistas que lograron frenar el macroproyecto. "Nos parece preocupante que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León libre a responsables políticos, como a la exconsejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, diciendo que sólo firmaba informes de los técnicos y cuando los técnicos se sientan en el banquillo, el juzgado de Valladolid alegue que no firmaron las autorizaciones para exonerarles. Uno por otro, al final nadie es responsable de nada", incide Carlos Bravo, portavoz de Centaurea.
Tanto Centaurea como Ecologistas en Acción todavía tienen que estudiar si recurrirán la decisión judicial. Aunque en su ánimo está hacerlo, lo supeditan a motivos económicos, derivados del incremento de las tasas judiciales aprobado por el Gobierno del PP.
La decisión judicial ha tenido en cuenta el impacto de este proyecto sobre el área de protección de la cigüeña negra. Los abogados de los acusados insistían en que el proyecto no afecta a áreas de nidificación, ni de alimentación, consideradas áreas críticas para la conservación de esta especie. Durante el juicio, sus peritos aseguraron que se podía afectar este tipo de zonas, protegidas a nivel europeo y autonómico, “siempre que el impacto sea moderado” y se adopten medidas correctoras y compensatorias.
"Pretendían construir en una zona que estaba dentro del Plan de Recuperación de la cigüeña negra y los propios técnicos de la región se saltaron su propia normativa, que decía que no se pueden desclasificar estas zonas así como así. Proponían pasar 11,6 hectáreas del área crítica a otro lado, como si las cigüeñas pudieran leer el BOE", relata Bravo, de Centaurea.
La historia arrancó en 2001 cuando el Ayuntamiento de Las Navas del Marqués compró 7.700 hectáreas de pinares (casi todo el término municipal) a la Unión Resinera. Como alegó no tener los 8,8 millones que costaba la operación, se comprometió con la empresa Residencial Aguas Nuevas a recalificar unas 200 hectáreas de pinar para levantar allí viviendas a cambio de 10 millones.
La urbanización fue declarada ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en 2006, que dio la razón a un vecino cuya parcela de monte no fue recalificada.
La vía penal se dividió en cuatro piezas. Dos han sido archivadas. La Audiencia Provincial de Ávila exoneró al alcalde, al secretario municipal y al promotor en verano de 2012 y la causa contra los cargos de la Junta de Castilla y León, pendiente de recurso, va en el mismo sentido.

Fuente: 

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/04/04/actualidad/1396614033_927496.html