jueves, 29 de octubre de 2009

JABALÍES URBANOS

Que el ser humano no deja de ocupar el planeta, invadiendo todos y cada uno de sus ecosistemas, es una realidad que además se constata acelerada. Sin embargo se da a veces la paradoja de que algunas especies de plantas y animales realizan sorprendentes estrategias de adaptación para lograr aprovechar los espacios urbanos, que aquí y allá van sustituyendo como un cáncer a los espacios naturales. Desde el Neolítico, y ya antes incluso, diversas especies se fueron infiltrando en las sociedades y poblaciones humanas. A veces sin ser claramente percibidas, como las amapolas, las moscas comunes o los gorriones. Otras veces generando conflictos, como los ratones domésticos, cuando comenzaron a explotar el alimento acumulado en los graneros de las primeras civilizaciones mesopotámicas. De allí derivó una inflitración más, la del gato montés africano, que primero comenzó a vivir cerca de las aldeas y ciudades para alimentarse de los ratones que proliferaban allí, y después ya dentro de las casas y graneros.

Generalmente estas especies eran en un principio animales adaptables y oportunistas, que introduciéndose en el mundo urbano consiguieron explotar recursos abundantes sin apenas competidores ni predadores. Con el tiempo algunos de ellos se volvieron incapaces de vivir lejos del hombre, caso del gorrión común. Otros siguen manteniendo un carácter dual, que les permite pasar de un mundo al otro según las oportunidades que cada uno le brinde. Así, en el caso de los gatos, pueden asilvestrarse y vivir solitarios en el monte, como también formar sociedades matriarcales en las calles de las ciudades, y por supuesto pueden dejarse querer y vivir a cuerpo de rey en la casa de una persona cualquiera. Está claro que estas estrategias, aunque arriesgadas, pueden tener mucho éxito, y hoy en día el gato doméstico es el felino más abundante del planeta.

No obstante, lejos de tratarse de cosas de un pasado remoto, allá por el amanecer de las primeras civilizaciones, las infiltraciones de animales y plantas continúan dándose hoy en día. Sobre todo porque en el mundo en el que vivimos, los espacios urbanos son cada vez más extensos, y los naturales cada vez más raquíticos, aislados y empobrecidos. Así que no debería sorprendernos el hecho de que un animal tan inteligente y adaptable como el jabalí intente seguir viviendo, aunque sea entre nosotros.

Hace tiempo que llegan noticias de jabalíes que comienzan a vivir en las inmediaciones de urbanizaciones, e incluso dentro de ellas. Algunas de estas poblaciones, como las del entorno de Barcelona, se han vuelto famosas y han sido protagonistas de muchas filmaciones y programas de televisión. Es normal que llamen la atención, porque se trata de uno de los mayores mamíferos europeos, y aunque en el monte es discreto y difícil de ver, su aspecto es imponente cuando se acerca a las personas a pleno día en la calle. En Madrid también se está viviendo un fenómeno similar al barcelonés, en varios puntos del territorio y de forma aparentemente independiente. Así, en Torrelodones (al norte de la capital), una gran amiga hizo estas fotos junto a su casa, dentro de una urbanización de la localidad:





Las piaras urbanas parecen componerse sobre todo de hembras con crías. En la primera foto, de hecho, se aprecia la diferencia entre las hembras adultas (que son grisáceas) y los jóvenes (que tienen un pelaje rojizo de transición entre el rayón y el gris). En Torrelodones parece ser que las incursiones comenzaron en años de sequía, pero los grupos de jabalinas han ido permaneciendo cada vez más tiempo dentro del pueblo, aparentemente pariendo allí. La primavera pasada una jabalina atacó al perro de mi amiga en su calle, saliendo de unos arbustos, seguramente en defensa de sus crías (los rayones permanecen echados en el suelo los primeros días tras su nacimiento).

En el Parque del Sureste hemos tenido también incursiones de jabalíes desde hace mucho tiempo, y tal vez de algún modo nunca llegaron a desaparecer del sureste madrileño. Sin embargo en la última decada los rastros de estos animales se han ido volviendo más y más comunes. Los avistamientos y atropellos esporádicos han dejado paso a indicios de una presencia constante en todo el territorio. En efecto, si hace años se decía que bajaban los jabalíes de la Marañosa a comerse el maíz de las vegas del Jarama, ahora es seguro que viven entre el maíz y junto al Jarama todo el año. Para ello desarrollan un modo de vida nocturno y muy discreto, diferente al de los animales de Torrelodones. Los registros de huellas y escarbaduras parecen indicar que las piaras se desplazan a lo largo del valle, ya que unos años son muy frecuentes en un lugar concreto, y otros todo lo contrario. Si estos movimientos son erráticos o siguen un patrón concreto de búsqueda de alimento, lo ignoro. Pero lo cierto es que estos animales se alimentan cada vez más cerca de los pueblos, revisando por ejemplo los restos dejados por pescadores en busca de pan y otros restos de comida. Yo diría que es cuestión de tiempo que comiencen a entrar dentro de los núcleos urbanos del sureste, como ya hacen los zorros.

Hace unas pocas semanas mi madre me llamó para decirme que había visto un grupo de jabalíes alimentándose en el césped de una zona ajardinada, a la entrada de una urbanización de Villaviciosa de Odón (en el oeste madrileño, muy cerca de la ciudad de Madrid). Tal vez este caso represente un paso intermedio entre la conducta de los jabalíes de Torrelodones (ya plenamente urbanos) y los del valle del Jarama (en fase de acercamiento). Pero si estamos atentos, nos daremos cuenta de que ya están aquí, entre nosotros. Creo que fue hace un par de años cuando una jabalina y su cría quedaron atrapados en la Carretera de la Coruña, cerca de Moncloa. Por esa época un gran macho amaneció durmiendo entre unos setos en unos jardines de Madrid ciudad, cerca de la Casa de Campo pero al otro lado de la M-30 al fin y al cabo. Unos vecinos lo vieron al salir a trabajar, y el animal no se inquietó ni huyó al verlos. Cuando acudió la policía, el jabalí se alzó y se enfrentó a los agentes, que acabaron matándolo a tiros.

El jabalí puede ser peligroso, es cierto. Por eso es tan importante que la población tenga hacia ellos una actitud adecuada. Jamás hay que alimentar a los animales salvajes, pero en el caso de los jabalíes urbanos esto debe llevarse a rajatabla. No hay permitir que nos relacionen con comida, ni que nos tomen confianza. Y aun así, comienza a mirarnos a los ojos, de tú a tú, un animal imponente, que nos lleva impresionando desde hace milenios. Aparece en nuestras pinturas rupestres y en monedas de bronce. En las culturas íberas, el jabalí se relacionaba con el mundo de ultratumba. Pero además, por vivir en los bosques y alimentarse de los huertos humanos, en el imaginario de las culturas antiguas representaba una fuerza que se oponía a la hegemonía del ser humano sobre la naturaleza. Así, en la mitología griega el Jabalí de Erimanto asolaba las cosechas de la región de Arcadia. Este animal gigantesco y feroz fue atrapado y encadenado por Hércules (en su cuarto trabajo), simbolizando el dominio humano sobre la naturaleza salvaje. Es curioso el paralelismo que existe en el argumento de la película La princesa Mononoke, de Hayao Miyazaki.

Pero gigantes o de tamaño más modesto, estos animales han demostrado ser lo suficientemente inteligentes y flexibles como para extenderse por ambientes muy diferentes. El jabalí común se encuentra aquí, en España, pero también en el norte de África, en toda Europa, Oriente Próximo, y en casi toda Asia, incluyendo las selvas tropicales del sudeste y toda la India. Y ahora que las ciudades, las urbanizaciones y las autovías se extienden como una voraz metástasis por nuestra madre, tal vez estas criaturas tengan alguna posibilidad de sobrevivir entre nosotros.

martes, 27 de octubre de 2009

VALENCIA LEGALIZA LA CAZA CON PARANY, DESAFIANDO LAS DIRECTRICES EUROPEAS

He aquí otro ejemplo de "praxis populista" en las políticas ambientales: las cortes valencianas han legalizado la caza de pájaros con "parany", con los votos a favor de PP, los socialistas valencianos (para esto sí votan con Camps) y el Bloc. Aquí dejo un artículo de 20minutos:


LEGALIZADA LA CAZA DE PAJARITOS CON PEGAMENTO

Resulta tan inadmisible como vergonzoso. La Generalitat Valenciana, gracias a los votos del PP, PSOE y BLOC, y con los votos en contra de Esquerra Unida (EU) e Iniciativa del País Valencià, ha sacado adelante la reforma de la ley de caza valenciana que ampara el parany (la captura de aves con liga, un tipo de pegamento) como método cinegético tradicional.


La nueva normativa fue publicada ayer lunes 26 de octubre en el Diario Oficial de la Comunidad a sabiendas de su ilegalidad (tres instancias judiciales así lo han declarado, entre ellas el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea), en un acto de clara rebeldía institucional.

Con esta decisión puramente política se abre la puerta a la matanza de millones de aves migratorias por parte de unos salvajes y crueles paranyeros, amparados en la supuesta tradición de este sangriento divertimento que también llaman deporte.

El retraso en la aprobación de la ley no ha impedido que la mayoría de los parayeros se hayan lanzado masivamente a cazar hace semanas. El Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (GECEN) ha contabilizado la existencia en estos momentos de unos 2.500 paranys activos sólo en la provincia de Castellón, con lo que la matanza de aves protegidas este año puede ser bestial.

Una ilegalidad más, absolutamente abominable, que para colmo de males cuenta con el beneplacito de la administración regional que debería ser quien velara por la protección del medio ambiente. Además, para facilitar esta tradicional barbaridad, ha ordenado a los agentes medioambientales que no denuncien más de una vez al mismo parany. Eso en román paladino se llama prevaricación:

"Delito consistente en dictar a sabiendas una resolución injusta una autoridad, un juez o un funcionario".

¿Por qué es ilegal el parany? Pues por que no es, ni nunca lo podrá ser, un método de caza selectivo. Es masivo. Y cruel.

Se quiere autorizar para cazar zorzales, pero resulta imposible impedir que en esas ramas repletas de la famosa liga marca “El Tordo" (calidad especial) no queden atrapadas multitud de aves insectívoras y pequeñas rapaces. En concreto, se calcula que por este método, además de cientos de miles de zorzales de todas las especies, morirán (y acabarán en la sartén o la cazuela) entre 1.5 y 2.5 millones de pajaritos estrictamente protegidos en apenas un mes.

Los políticos valencianos se muestran a favor de este tipo de caza por tratarse de una actividad que forma parte, aseguran, de la cultura regional. Discrepo. Eso no es cultura, el parany es salvajismo. Por la misma razón, mañana legalizarán el lanzamiento de cabra desde los campanarios. Si eso da votos, no lo duden.

Ay, ¡cuánto nos suenan en Madrid esas políticas cinegéticas! Políticas regidas por "lo que me pida el cuerpo". Y es que aquí en el Parque del Sureste tan pronto te aprueban la caza de descaste de conejo, en pleno verano, como que en otoño te aprueban descaste de predadores porque hay pocos conejos. ¡Lo que diga la rubia!

lunes, 26 de octubre de 2009

TABLAS DE DAIMIEL, EL MUNDO ESTUPEFACTO

Después de que la Unesco nos avise de la inminente descatalogación de las Tablas de Daimiel, el escándalo continúa ahora en la Unión Europea. Copio aquí un artículo publicado en El País el pasado día 22 de octubre, que no tiene desperdicio:


BRUSELAS EXPEDIENTA A ESPAÑA POR LA EXTREMA DEGRADACIÓN DE DAIMIEL

El secretario de Estado de Agua: "Estamos a punto de perder el parque nacional" - El Gobierno reclama a Castilla-La Mancha que vete el regadío junto al paraje

La Comisión Europea ha abierto un expediente de oficio contra España por la degradación de las Tablas de Daimiel, según confirmó la Comisión Europea y fuentes del Ministerio de Medio Ambiente. El Gobierno tiene 10 semanas para explicar cómo un humedal protegido por la UE lleva cinco años seco y cómo es posible que decenas de miles de pozos, buena parte de ellos ilegales, hayan agostado las lagunas. La UE se une así a la Unesco, que ya planea quitarle su protección a La Mancha Húmeda. El secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, no quita hierro a la situación del parque: "Estamos a punto de perder las Tablas de Daimiel", reconoció ayer en un acto público.

El pasado miércoles, día 14, la Comisión aceleró la queja de oficio que prepara desde hace meses contra España. Los representantes de Medio Ambiente del Ejecutivo comunitario se encontraban en Madrid para la llamada reunión paquete, en la que repasan con el Gobierno y los ecologistas todos los procedimientos de infracción abiertos. El orden del día no incluía Daimiel, pero ante la publicación en EL PAÍS del incendio de turba incontrolable y la alerta de los responsables del parque, el jefe de infracciones de la UE, el español Julio García Burgués, comunicó que ese mismo día había abierto la queja.


La situación era insostenible y no podía esperar a que las asociaciones ecologistas le enviasen el informe con la situación de las Tablas. La carta enviada a España es el paso previo a la apertura de un procedimiento de infracción. La Comisión abre así un proceso que puede durar años, pero que puede terminar ante el Tribunal de Luxemburgo y con una multa. Pero, sobre todo, saca los colores a los responsables de un desastre ecológico que comenzó hace casi 40 años. España tiene procesos similares abiertos por la mala calidad del agua de los ríos, las minas a cielo abierto en espacios protegidos de León o la contaminación en Huelva.

Bruselas investiga si se ha incumplido la Directiva de Hábitats, de 1992, que establece que los países "adoptarán las medidas apropiadas para evitar, en las zonas especiales de conservación, el deterioro de los hábitats naturales y de los hábitats de especies". Las Tablas son Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves de la UE.

Aunque el deterioro en Daimiel es evidente -sólo 10 de sus 1.600 hectáreas tienen agua-, un equipo de la Comisión visitará la zona antes de diciembre. Ni un diluvio puede hacer que entonces tenga agua.

El Ministerio de Medio Ambiente planea aprobar la semana que viene un trasvase de urgencia desde el Tajo hacia el parque nacional. Se trata de llevar 10 hectómetros cúbicos -cada uno equivale a un volumen como el estadio Santiago Bernabéu-. La comisión de explotación del trasvase Tajo-Segura tendrá que enviar algo más en función de las pérdidas que se produzcan en el transporte. Para reducir esas fugas, el Gobierno utilizará la llamada tubería de la llanura manchega, un trasvase del Tajo al Guadiana para abastecimiento. El Ministerio ha pedido a Villar Mir, presidente de la empresa OHL, adjudicataria de la obra, que acelere al máximo la construcción.

A medio plazo, el Ejecutivo confía en rellenar las Tablas a través del trasvase del Tajo Medio, que sale de Valdecañas, en Cáceres, hacia el Segura. Daimiel está a mitad de camino y fácilmente podría dejar allí 40 hectómetros cúbicos al año. Los ecologistas se oponen a este sistema para mantener con vida el humedal y exigen que se reduzca el regadío. Extremadura no se opone al trasvase y ya ha encargado un informe sobre la viabilidad de la obra.

Puxeu admitió que el trasvase de emergencia "no es una medida ortodoxa, pero sí radical. Y ahora hacen falta soluciones radicales". "En el siglo XXI no nos podemos permitir perder espacios que nunca podremos recuperar en aras de un progreso no bien definido", señaló Puxeu, que lanzó un aviso a los agricultores que desde hace décadas han sobreexplotado el acuífero que nutría las Tablas: "Tenemos que liberar la presión sobre ese ecosistema. Si no es con la razón, será con la compra de fincas o con la legislación".

El secretario de Estado también entró por primera vez de forma abierta en la disputa que libra con la Junta de Castilla-La Mancha, también del PSOE, por la responsabilidad sobre el estado del parque. Puxeu pidió a la Junta que prohíba el regadío "en el preparque", la zona aledaña al espacio protegido y en que los pívots (el sistema de riego por aspersión de la zona) siguen regando cebollas. Aunque los parques nacionales están transferidos a las autonomías por una sentencia del Constitucional de 2005, el de Daimiel sigue en manos del Gobierno, como recuerda a menudo la comunidad. Nadie quiere hacerse cargo de ese secarral en el punto de mira de la UE y la Unesco. Por eso, Puxeu recordó que el preparque es competencia autonómica.

La situación ha llegado hasta tal extremo que cuando el secretario de Estado visitó en junio pasado las Tablas, un agricultor de la zona se acercó a la comitiva y, sin reconocer a Puxeu, le sugirió al director de Daimiel que inundasen pronto el parque nacional porque se estaba quedando sin agua para regar.


De verdad que según van llegando noticias y artículos de prensa sobre Daimiel, a uno se le revuelven las tripas, pero también le suben los colores. En fin, una vez más vienen desde fuera a salvarnos. ¡Y menos mal! Está claro que los intereses que surgen alrededor de los recursos naturales, como el agua, alimentan una codicia vergonzosa y peligrosa. Como en tantas otras cosas, en mi opinión la gestión de los espacios naturales debería estar en manos de la UE, o hasta de la ONU, y no en gobiernos regionales ávidos de votos y dividendos.

viernes, 23 de octubre de 2009

NUEVA MORTANDAD DE PECES EN EL PARQUE DEL SURESTE: ALGO BAJA MUY PODRIDO



Tal y como pasó hace dos años, este otoño nos ha deparado una sorpresita en las charcas de Velilla de San Antonio. Concretamente en el Picón de los Conejos, donde a mediados de setiembre y justo antes de las fiestas municipales, comenzaron a flotar y morir centenares de peces. Un proceso similar se vivió en el mismo mes de 2007, cuando aconteció una mortandad masiva de carpas y barbos, en el mismo humedal. Esto inquietó mucho al consistorio por cuantas molestias pudiera ocasionar el hedor a putrefacción que llegaría al pueblo en plenas fiestas. A nadie parece importarle un pito las causas de este fenómeno que, cada vez con más frecuencia, se repite como un aviso de que algo va muy muy mal.
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Aunque en 2007, por lo impresionante del episodio (el olor pestilente podía detectarse a kilómetros de distancia con el viento adecuado) se buscaron causas como un posible vertido contaminante, no fue nada de eso. Finalmente se demostró que lo que había matado a todos esos animales fuertes y saludables había sido una intoxicación por eutrofización. La eutrofización es, simplificando un poco, un crecimiento explosivo de algas filamentosas que se da durante el verano. Sin embargo, cuando el tiempo comienza a refrescar al llegar el otoño esas algas, sensibles a las bajadas de temperatura, mueren en masa. Esto provoca unas condiciones de hipoxia graves, ya que el oxígeno del agua se consume durante la descomposición que sigue a las primeras noches frías. No obstante tengo la impresión de que existen más factores de mortalidad, ya que, como se ve en las fotos, la mayor parte de los peces muertos son ciprínidos y peces gato:
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Más concretamente peces gato negros (Ameiurus melas), carpas (Cyprinus carpio), algún que otro carpín (Carassius auratus), y barbos comunes (Barbus bocagei). Para ser exactos esta vez parece que los barbos muertos han sido menos (se distinguen pocos en las fotos que ha facilitado José Luis), lo que con toda seguridad es debido a que en el episodio de 2007 murió buena parte de su población. Este barbo, la única especie autóctona que sobrevive en el humedal, pereció como ninguna ese año, y por lo que se ve está apunto de desaparecer esta vez. Pero es curioso que las otras tres especies (pez gato, carpa y carpín) mueran también en tan gran número. Son muy resistentes a la falta de oxígeno, y el pez gato puede incluso tomar bocanadas de aire. El hecho de que no aparezcan flotando cientos de black-bass (Micropterus salmoides), mucho más sensibles, me hace pensar que se produce algún tipo de intoxicación que afecta con especial crudeza a los peces ostariofisos (donde se engloban cipriniformes y siluriformes). Puede que además de compartir un antepasado común y varias características anatómicas ancestrales, compartan también una sensibilidad particular hacia ciertas toxinas que liberen las algas al pudrirse.
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Pero la madre del cordero, el meollo de la cuestión es: ¿por qué se produce esa eutrofización? Además, episodios idénticos se han vivido al mismo tiempo en otros humedales importantes del sureste de Madrid, como en el Porcal o la laguna del Campillo (en Rivas). Los humedales sanos no sufren por lo general procesos de este tipo. Existe un equilibrio natural que impide la proliferación de algas filamentosas. Este equilibrio suele romperse cuando se produce la aparición de una gran cantidad de materia orgánica en el ecosistema. Varios factores pueden estar influyendo, y entre los más importantes están:
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1- La sequía y el despilfarro humano del agua de los ríos, que hacen que el Jarama baje exhausto cada verano. Aunque hay que decir que este invierno fue lluvioso, y aun así los ríos siguen medio secos. Cosas del progreso, dicen. El caso es que con esto los acuiferos están mal, y los manantiales que alimentan las charcas deben estar emitiendo poco caudal.
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2- La contaminación directa que se produce en los ríos por vertidos de aguas depuradas (de aquella manera) y sin depurar (que se siguen vertiendo impunemente en varias localidades). Incluso se está dando ya la voz de alarma por la presencia de concentraciones peligrosas de metales pesados en las aguas de riego agrícola.
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3- La contaminación más difusa, pero también perversa, que se produce por el uso de pesticidas y fitosanitarios de todo tipo en la agricultura del Parque del Sureste y su entorno. Junto con los vertidos directos llevan muchas décadas envenenando las reservas de aguas subterráneas que fluyen bajo nuestros pies.
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Otro factor, muy ligado a los tres ya comentados, es el de la actitud de la sociedad y de los políticos que deberían gestionar estos asuntos. En cuanto a los políticos, tal vez resuman bien la posición que adoptamos las personas ante mortandades masivas de peces como éstas. En 2007 varios cargos del consistorio de Velilla de San Antonio se mostraron visiblemente aliviados al demostrarse que había sido la eutrofización (ellos quedaban libres de responsabilidad). También se oyeron propuestas IM-PRESIONANTES, como que el problema era que había demasiados peces y que había que descastarlos para que no volvieran a ... ¿morirse solos? Parece que la idea de que los ecosistemas se regulan por sí mismos les resultaba a nuestros políticos algo incomprensible. Y tampoco parecían recordar que el humedal del Picón de los Conejos es una reserva de aves acuáticas, donde la pesca está prohibida. Y yo me pregunto, ¿alguno de esos representantes del pueblo pensó entonces, o ahora, en los tres pozos ilegales de Velilla, de los que se extrae continuamente agua para regar o baldear las calles, pese a tener ya dos sentencias judiciales condenatorias? ¡Y qué decir del gobierno de la Comunidad de Madrid! Está claro que gobiernan para otras cosas.
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Lo que es casi seguro es que a ninguno de ellos se les ocurrió relacionar la eutrofización con la ensalada que se comen tan tranquilos. No es tan complicado: ese hedor pestilente, esos peces panza arriba, son el síntoma de un problema mucho más extenso, que nos afecta. ¿Qué hemos hecho con el agua pura que se extendía por nuestro subsuelo? ¿En qué hemos convertido los ríos? ¿Con qué regamos las huertas? ¿Qué nos estamos comiendo?
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Entre tanto, señores, sigan echándole imaginación al asunto, o pasen de todo y sigan a lo suyo. Que parece que para eso les vota la gente cada 4 años.