jueves, 13 de diciembre de 2012

LA MÁQUINA CONTRA LA FLOR

Recientemente, una plantita frágil y rara ha sido noticia en algún periódico de tirada nacional, haciendo que su nombre (Cynara tournefortii) trascienda los círculos de personas interesadas en flora amenazada. Pero, ¿por qué tanto interés en esta criatura? Veamos primero qué es la Cynara tournefortii, también conocida como morra o, según la prensa, como "cardo de Coslada".

Para empezar, es un cardo. Un cardo de pequeño tamaño, perteneciente a la familia Asteraceae. Éste es su aspecto:



Se trata de uno de los seres vivos más amenazados del continente europeo. Aunque en el pasado era relativamente común en algunas zonas de suelos margosos, en márgenes de cultivos o cultivos abandonados, el uso intensivo de herbicidas la ha empujado al borde del abismo. Una de esas tantas víctimas "colaterales" de nuestro modelo socio-económico, dirigido siempre a producir más con menos y a trabajar más por menos. Por ese motivo ha sido catalogada como CR (peligro crítico de extinción) en la Lista Roja de la Flora Vascular Española.

La morra siempre fue un endemismo ibérico. En todo el planeta sólo aparece en colonias pequeñas localizadas en el Alentejo portugués, Badajoz, algunos puntos de Andalucía y Madrid. Como muestra de su rareza, sirve de ejemplo el seguimiento de esta especie en Andalucía. Durante el siglo XX se localizaron varios ejemplares en territorio andaluz, pero todos ellos antes de los años 60. Después, coincidiendo con la mecanización e intensificación de la agricultura, Cynara tournefortii simplemente se desvaneció. Afortunadamente, en 2006 se localizó una pequeña población en la provincia de Granada, formada por unos 20 supervivientes. Parecía que eso era todo lo que quedaba, hasta que en 2010 se encontraron otras dos nuevas poblaciones, que incrementaron el número de morras andaluzas conocidas hasta unos 600 individuos vivos.

Pues bien, en la Comunidad de Madrid, la única colonia que había logrado subsistir hasta el siglo XXI, acaba de ser arrasada. Esto, con el mayor desprecio por parte de las administraciones públicas que deberían velar por su protección. No se trataba de una población cualquiera: sus 200 ejemplares la convertían en una de las mayores aun existentes. ¿La razón de este desastre? Pues la construcción del nuevo  Centro de Transportes de Coslada, justo en los terrenos en los que vivían las últimas Cynara tournefortii. Ni la Consejería de Medio Ambiente ni el Ayuntamiento de Coslada han querido escuchar las alternativas propuestas por colectivos ecologistas y comunidad científica para la conservación de esta especie. Tan sólo hubiera bastado con ubicar esta instalación en otra parcela cercana para que la población no fuera afectada. Ninguna de estas administraciones públicas ha mostrado la más mínima sensibilidad para cambiar el proyecto existente.

¿Deberíamos sorprendernos? Bueno, no vivimos en un régimen democrático y por tanto la prioridad de éste no es el interés general, sino otros asuntos. Las mismas causas que han llevado a Cynara tournefortii al borde de la extinción, están detrás de que las administraciones públicas incumplan sistemáticamente sus compromisos con la ciudadanía. Es un entramado complejo de intereses y dependencias, en el que la economía de mercado capitalista impone la intensificación de la producción agrícola al tiempo que necesita un constante crecimiento en infraestructuras y consumo. Todo ello tiene graves repercusiones en nuestras vidas y tendrá consecuencias aún más dramáticas para las generaciones venideras. La desaparición de Cynara tournefortii es un desastre en sí mismo pero, como suele suceder en estas cosas, también es un negro presagio. La misma maquinaria que aplasta la flor con la promesa del progreso (¿quién no quiere una mejor red de transportes?) también prometía la prosperidad y la abundancia. Sin embargo, lo que nos esperaba al final del camino del capitalismo, con su imaginario de crecimiento infinito, era simplemente el colapso y el hambre.

No obstante, el poder tiene siempre recursos de sobra para realizar eficaces maniobras de propaganda. Igual que ante las movilizaciones sociales contra privatizaciones, recortes y rescates bancarios con dinero público, también los medios de comunicación (siempre al servicio del poder) han sabido darle la vuelta a la tortilla en el caso de Cynara tournefortii. Y es que, según el ABC, por ejemplo, la Comunidad de Madrid no ha destruido la población de esta especie críticamente amenazada, sino que la ha salvado. Dejo aquí un artículo de este diario, que evidencia lo que lleva sucediendo en este país durante décadas (que "todo va bien"):



Misión: salvar al cardo de Coslada

Medio Ambiente rescata de la extinción una planta que iba a ser engullida por obras del Centro de Transportes

Misión: salvar al cardo de Coslada


Final feliz para el cardo de Coslada. Aparentemente una planta sin valor, que crecía de manera silvestre en varias parcelas de la ampliación del Centro de Transportes de Coslada (CTC), ha resultado ser un cardo endémico, en peligro de extinción y de una gran importancia medioambiental. Un simple cardo que levantó un gran revuelo mediático puesto que la construcción de las nuevas dependencias del CTC le habían condenado a la desaparición. Ahora, Medio Ambienteha logrado salvarlo de las grúas y excavadoras y ha garantizado su supervivencia para el resto de los siglos.
El Gobierno regional ha diseñado un plan para la recuperación de una especie de cardo y de una de malva aparecidas en una zona del municipio de Coslada, ambas incluidas en el Libro Rojo de la Flora Vascular. De este modo, se ha elaborado un proyecto para trasplantar ejemplares de las dos especies a varias zonas del Parque Regional del Sureste, proceso que está a punto de concluir estos días.
Misión: salvar al cardo de Coslada

Hasta el momento se han sacado 120 ejemplares que se han extraído del CTC y llevado a otros lugares: 60 ejemplares que han ido al Caserío del Henares, más 40 ejemplares que se han llevado al Campillo y 20 ejemplares que han puesto ya en los Altos del Piul. En total se trasplantarán 300 ejemplares, más otros 100 que se quedarán en la parcela del CTC. Está previsto terminar con los trasplantes a lo largo de la próxima semana.

En el Centro de Transportes de Coslada quedarán 100 ejemplares que se trasplantarán a una zona verde donde no se va a construir y donde ya hay presencia de cardo. De esa manera se mantiene la especie en su localización original.
Fue en el verano de 2009 cuando aparecen una serie de informaciones sobre la existencia de dos especies singulares —Cynara tournefortii y Malvella sherardiana— en un área urbana de Coslada próxima al Centro de Transportes (CTC), señaladas por el profesor de Botánica Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid D. Juan Manuel Martínez Labarga.
Las dos especies tienen una gran importancia científica, pero no tienen protección legal, puesto que no están incluidas en el Catálogo Regional de Especies amenazadas. La situación del cardo era dramática, con riesgo de extinción, porque aunque existen en alguna otra población en la península, éstas disminuyendo de forma alarmante, siendo posiblemente la de Coslada la mayor población conocida.

En plena expansión

La mala suerte es que esta planta ha crecido en este municipio en un polígono industrial en plena expansión, donde se encuentra el Centro de Transportes. Por ello, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, que dirige Borja Sarasola, está acometiendo los trabajos para su trasplante.
Para ello se elaboró un proyecto que consta fundamentalmente de los siguientes pasos: antecedentes (evolución de la zona mediante ortofotografías, estado de conservación de la especie); revisión bibliográfica (sus características, biología, fenología); estudio edafoecológico (análisis de geología y suelo, clima y otros condicionantes); localización de biotopos potenciales; selección de emplazamientos para su reproducción; recogida de planta y semilla; multiplicación en vivero, e introducción en campo.

Fuente:

http://www.abc.es/local-madrid/20121208/abci-mision-salvar-cardo-coslada-201212071654.html

viernes, 7 de diciembre de 2012

EL AÑO DE LOS RÍOS: DEMOLICIÓN DE PRESAS EN EE.UU.

Mientras aquí el frenesí desarrollista sigue planteando la construcción de nuevos embalses en los pocos tramos fluviales salvajes que nos quedan, en otros países han ido comprendiendo que esto ha sido un gran error. La demolición de presas y la restauración de los tramos fluviales arriba y abajo de las mismas lleva tiempo siendo una realidad en países próximos, como Suiza; aunque tal vez el caso más mediático esté siendo el del noroeste de los EEUU.

En el estado de Washington se han eliminado este año los muros de varios embalses: dos en el río Elwha (a principios de septiembre) y otro en el río White Salmon (en octubre). Estas iniciativas vienen impulsadas por organizaciones como American Rivers, que han logrado hasta la fecha el desmantelamiento de un millar de embalses en todo el territorio federal. Con ello se ha logrado la restauración de hábitats fluviales y terrestres perdidos hacía décadas, así como la reapertura de las rutas migratorias de muchas especies de peces (incluyendo algunas de gran importancia económica, como salmones y truchas cabeza de acero).

De todas las presas eliminadas, la de Glines Canyon, en el río Elwha, ha sido la más alta. Éste era el aspecto de la infraestructura antes de iniciarse los trabajos de demolición:



Tras un siglo interrumpiendo la continuidad fluvial, el muro había acumulado tantos sedimentos que se encontraba severamente colmatado. Literalmente toneladas de arenas, cantos y lodos se habían ido acumulando allí, favoreciendo la erosión aguas abajo. Esto quedó al descubierto cuando las máquinas comenzaron a derribar la presa:
















Al desaparecer la pared, el río comenzó inmediatamente a arrastrar y redistribuir los sedimentos:



Es lo más parecido a la resurrección para un río. Ojalá en España viéramos alguna vez algo similar a esto. De momento nos tenemos que contentar con operaciones de eliminación de azudes en pequeños ríos, como sucede en Navarra. Dejo aquí un artículo en inglés sobre este tema:

http://www.trailspace.com/articles/2012/12/03/year-of-the-river-dam-removals.html