martes, 14 de septiembre de 2010

¿DESERCIÓN DE POLÍTICOS?

Hace unos días un amigo me mandó el siguiente artículo de prensa, que me ha resultado muy interesante por los datos que aporta:

http://www.eleconomista.es/economia/noticias/2428667/09/10/Se-necesita-alcalde-para-ayuntamiento-insolvente.html

Se necesita alcalde para ayuntamiento insolvente

Los partidos van a tener difícil alinear una lista de cara a las elecciones municipales de la primavera de 2011. Acabados los planes E de asistencia rápida, las finanzas de los ayuntamientos se encuentran al límite.

"Se busca candidato para liderar las listas municipales. Especialmente indicado para personas amantes del riesgo y de las emociones fuertes".


Este anuncio de ficción, más o menos literal, podría convertirse, a no mucho tardar, en una realidad de las cuñas publicitarias y en las páginas de los diarios ante las negativas a repetir como cabeza de lista que los partidos políticos están recibiendo por parte de muchos de sus alcaldes actuales.

Y es que el cargo de primer edil, que hasta no hace mucho era una de las prebendas más ambicionadas por los responsables locales, y hasta nacionales, de los partidos, se ha convertido en un vía crucis por mor de la crisis del ladrillo, sí; pero también en muchos casos por una deficiente gestión de los dineros públicos.

"En el PSOE, cerca de un 80 por ciento de los alcaldes no quiere repetir", comenta un dirigente local del partido del Gobierno, quien asegura que esta situación, por las referencias que le llegan, es "extensibles al resto de los principales partidos".

Las causas de esta "desbandada" se explican por sí solas. Con una caída de ingresos fiscales de 20.000 millones anuales por el tsunami de la construcción; agobiados por una deuda que al finalizar el primer trimestre de este año superaba los 36.000 millones de euros (el 50 por ciento aproximadamente corresponde a las capitales); con el acceso al crédito prohibido legalmente y con la obligación de tener que devolver al Estado 1.500 millones de fondos anticipados correspondientes a la liquidación del año 2008, muchos ayuntamientos llevan meses sin pagar las facturas de agua y luz y, lo que es más grave, sin abonar las nóminas de sus empleados.

Subir impuestos

Tanto es así que los responsables de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) han admitido que, a finales de este 2010, un 30 por ciento de los ayuntamientos españoles podría declararse en suspensión de pagos al no poder hacer frente a sus gastos. Andalucía, Galicia y Madrid son las comunidades autónomas con mayor número de municipios amenazados por la quiebra.

Con este panorama, la legislatura que se inicia en 2011 se presenta como un duro calvario para los nuevos regidores, especialmente en los pequeños y medianos municipios. Las previsiones y expectativas que manejan los responsables de política municipal de los partidos mayoritarios apuntan a que los ayuntamientos que se formen en la próxima primavera van a tener que tomar medidas drásticas en materia de ingresos y de gastos.

En el caso de los ingresos todos apuntan a que será "inevitable" una subida importante en el Impuesto sobre Bienes e Inmuebles (IBI), complementada con el incremento de otros tributos municipales, además de recuperar la tasa de recogida de basura, como hizo en Madrid Ruiz-Gallardón. Muchos municipios españoles aún no la tienen.

Mientras, por el lado de los gastos, la medida prioritaria será el recorte de los gastos de personal, es decir los despidos. La Federación Andaluza de Municipios y Provincias (Famp) ha sido la primera en anunciar una oleada de ERE en las corporaciones municipales. También se prevén reducciones importantes en los gastos generales y, sobre todo, en los servicios sociales, asistenciales y de ocio.

Y todo ello en un escenario de crisis económica que está mermando sensiblemente la capacidad adquisitiva de los ciudadanos. Es decir un futuro de impopularidad y promesas incumplidas que amenaza con hundir carreras políticas y aspiraciones de futuro.

Pagar de su bolsillo

Precisamente las dificultades financieras de los municipios españoles centrarán hoy los debates del Congreso a iniciativa de Convergencia i Unió y Nafarroa Bai, que han presentado sendas interpelaciones sobre la prohibición de contratar créditos y la política del Gobierno en materia de financiación local y su incidencia en la capacidad de los entes locales de responder a las necesidades ciudadanas.

Por si todo esto no fuera suficiente, a primeros de agosto el Tribunal de Justicia de Andalucía fallaba contra el Ayuntamiento de la localidad sevillana de Castillejo de Guzmán y obligaba al alcalde y al secretario general de la corporación a responder con sus bienes, bajo la amenaza de embargo, si no hacían efectivos los pagos exigidos por una sociedad privada.

Sentencia, acorde con la nueva Ley de Morosidad, que ha provocado el "pánico" entre un gran número de regidores y de posibles aspirantes, conscientes de que se abre la puerta a su aplicación en otros muchos municipios españoles, cuyos alcaldes se verán obligados, en caso de demanda, a poner dinero de su bolsillo para responder por las deudas de los ayuntamientos que presiden. Claro que la feria va por barrios y mientras para muchas localidades se buscan candidatos, en Madrid empieza a haber overbooking.

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Bien, de ser cierto el dato de que cerca del 80% de los alcaldes (del PSOE y de otros partidos cualesquiera) no quiere repetir y presentarse a las próximas elecciones municipales, nos encontraríamos ante uno de los peores indicios posibles de cara a la salud de nuestra democracia. Veremos cómo evoluciona la cosa durante los próximos meses. Esperemos que ése fervor de vocación de servicio público, del que tanto han venido presumiendo nuestros políticos locales, les haga cambiar de repente de actitud y vuelvan a presentarse en masa. ¡Quién sabe!

Entre tanto, me gustaría ver cumplido un sueño absurdo que tengo: que se evaluara, una por una, la gestión de los diferentes ayuntamientos de nuestro país. O, bueno, me conformaría con los de la Comunidad de Madrid. Tanto tiempo diciéndonos que urbanizaban hasta el cielo, que construían hasta en el agua, para dar viviendas a los ciudadanos y ciudadanas, los jóvenes y las jóvenas, de nuestros pueblos y ciudades. Y ahora resulta que en realidad era verdad que construían para amasar grandes cantidades de dinero de la burbuja inmobiliaria y gastar muy por encima de sus posibilidades.

A día de hoy, los datos difundidos por los medios de comunicación hablan de que se están construyendo una octava parte de las viviendas levantadas durante la burbuja. Y sin embargo, muchos alcaldes siguen aprovando e intentando impulsar nuevos paus y sectores a urbanizar. Parece que no se han enterado de qué va el cuento. Por ejemplo, en Aranjuez el gobierno local vuelve a hablar de construir el llamado "pau de las Cabezadas", que incluiría un inmenso canal de remo y varios miles de viviendas unifamiliares, en suelo protegido de vega, cuando no se han vendido allí gran parte de las casas pertenecientes a sectores urbanizados en los últimos 8 años. Cierto es que Aranjuez es uno de los municipios más endeudados del país, pero la insistencia en apostar por un modelo inoperante y dañino de financiación basada en el urbanismo, demuestra hasta qué punto nuestros políticos se encuentran perdidos. Queda saber cuánto resistirá el alcalde de esta conocida localidad madrileña, y qué pasará con él si no consigue convencer a ningún promotor para abrazar un proyecto condenado al fracaso. ¿Se retirará también, como el resto de ese 80%?

Puede que ese elevadísimo porcentaje de representantes municipales no se sienta capaz de gobernar sin los fondos obtenidos de robarnos el territorio y el paisaje. Sin las plusvalías de destruir nuestro entorno y cubrirlo de asfalto. Tal vez se sientan anonadados al darse cuenta de que las matemáticas estaban ahí, de que la burbuja existía. Desde luego, esta crisis está sirviendo para sacar a la luz algunas de las facetas más oscuras de nuestro sistema económico y socio-político, y en ese sentido está resultando un fenómeno extraordinariamente interesante.

martes, 7 de septiembre de 2010

REGRESO A ASTURIAS: ESTA VEZ CANGAS DEL NARCEA Y ALREDEDORES

Después de muchos meses (demasiados) sin colgar nada en el blog, vuelvo a tener tiempo para mí, para escribir y para salir a hacer fotos por ahí. Ya era hora.

Un verano más, y para no perdernos nada, hemos regresado a Asturias en agosto. Uno se libra así de los calores estivales del centro peninsular, ve lugares maravillosos, fauna y flora distintas de las de la Meseta, y además se come estupendamente. El lugar elegido: el concejo de Cangas del Narcea, en el lejano suroeste asturiano.

Ya nada más llegar, se notaba que la zona era bastante diferente a Somiedo, menos abrupta, más amplia. Aunque igualmente verde. En los montes se alternaban bosques caducifolios dominados por el roble carballo (Quercus robur). La casa rural estaba muy bien, pero la verdad es que no paramos quietos y nos lanzamos a recorrer diversos parajes de la zona en busca de rutas interesantes.

Por ejemplo, en el cercano concejo de Degaña hicimos una ruta que resultó espectacular, contra todo pronóstico. Y es que, justo en la ladera de enfrente estaba en activo una gran mina a cielo abierto, con su polvo de carbón, camiones pasando y ruidos diversos. El camino a seguir subía por una ladera cubierta de bosque, de modo que no tardamos mucho en dejar atrás las molestias de la mina, y adentrarnos en una verdadera selva caducifolia, en la que crecían líquenes como cabelleras:



El bosque venía dominado en gran parte por hayas (Fagus sylvatica):


Aunque la verdad es que encontramos otras muchas especies de árboles, incluyendo servales, abedules, acebos, robles, e incluso tejos de gran tamaño. Allí donde el dosel forestal era más denso, el suelo aparecía despejado aunque cubierto de hojarasca, como en este trecho ocupado por hayas:


Algunos árboles yacían descomponiéndose, aquí y allá, proporcionando alimento a numerosos insectos xilófagos, y a su vez a los depredadores de estos. En otros puntos, los claros parecían lo suficientemente luminosos como para permitir el desarrollo de un sotobosque denso:

Aunque, junto con la contemplación de aquel bosque maduro y complejo, con abundancia de árboles viejos y madera muerta, tal vez lo que mas sorprendió fue la fauna que pudimos observar en aquella hora de subida. Aves comunes, como mirlos, arrendajos o carboneros, se nos cruzaron muchas veces. Incluso llegamos a ver buitres leonados y un halcón peregrino en una peña. Pero es que no tardamos en dar con lo que nos pareció claramente un excremento de lobo, lleno de pelo de ungulado (probablemente ciervo o corzo):

Un poco más adelante, unas plumas densas y cálidas, grandes, moteadas, que nos parecieron de urogallo (hembra), y que nos llevamos para poder fotografiar e identificarlas más tarde:


Unos días después, visitando el centro de interpretación de la reserva de Muniellos, un guarda de dicha reserva nos confirmó que no sólo eran plumas de urogallina, sino que en el lugar en el que habíamos estado se conocían al menos dos cantaderos activos de urogallo. Teniendo en cuenta que esta especie está en retroceso vertiginoso, y que teníamos a un kilómetro de distancia una mina de carbón en plena actividad, casi no me lo podía creer. Ante nuestro comentario al guarda sobre el impacto de aquella explotación minera sobre la población de osos, lobos, y al parecer incluso de urogallos, de las zonas altas de Degaña, nos encontramos ante el convencimiento de varias personas del centro de interpretación de que esa empresa estaba generando allí muchos puestos de trabajo. Paralelamente he recibido informaciones totalmente contrarias, que apuntan a que las minas a cielo abierto no sólo producen pocos puestos de trabajo, sino que además no son rentables. Así que no sé qué pensar.
Pero siguiendo con nuestra ruta, poco después encontramos en el suelo una pequeña rana bermeja (Rana temporaria). Nada espectacular, porque este anfibio es probablemente el más abundante de nuestros bosques eurosiberianos. Mucho más sorprendente fue cuando, poco después, nos encontramos con una especie mucho más rara de encontrar en un lugar así: una ranita de San Antonio (Hyla arborea).



Dado que normalmente esta ranita se encuentra asociada a la vegetación densa que crece cerca de humedales bien conservados, no nos explicábamos bien el hallazgo. La respuesta a la incognita llegó al descubrir que, a unos 20 metros, pasaba un arroyo, y al cruzarlo nos encontramos con que se trataba del desagüe natural de una laguna de montaña, rodeada de pastizal, abedules y otros arbolillos. El lugar resultó ser de una riqueza herpetológica pasmosa. Hice una foto de una concentración de renacuajos en el arroyo:


Continuamos, y en la ascensión por encima del nivel del bosque, encontramos la letrina de un pequeño carnívoro:


Podría ser de gineta, pero a esa altitud no me pareció que el hábitat reuniera las características que necesitan las ginetas, que son relativamente termófilas. También podría ser de garduña, pero tengo entendido que raramente producen letrinas, así que me quedé con la duda. Descubrimos una laguna de mayor tamaño más arriba, y allí paramos para comer, pero a la vuelta nos detuvimos un rato en el primer humedal y yo aproveché para hacer algunas fotos de los anfibios locales.

Rana bermeja (Rana temporaria) y renacuajos.

Renacuajos, probablemente de rana bermeja.

Tritón palmeado (Triturus helveticus).

Además de gran número de tritones palmeados, había también una densidad aparentemente similar de un pariente de mayor tamaño, el tritón jaspeado (Triturus marmoratus), del que no conseguí hacer fotos decentes.
A la vuelta, no percibimos presencia humana hasta que no llegamos prácticamente a la mina. Aunque sí encontramos el cadáver reciente de una musaraña. Me recordó al capítulo de los Simpson en el que Lisa encuentra una musaraña con una luxación. El caso es que le hice una foto, pero es bastante mala:


Las orejas apenas eran visibles, porque quedaban bajo el pelaje, así que me pareció más una especie del género Sorex, y no del género Crocidura (que son las que comunmente encontramos en el centro peninsular). Sé que ambos grupos de sorícidos pueden diferenciarse por el color de los dientes (rojos en Sorex). No me dio por mirarle los dientes. Las musarañas del género Crocidura son de origen tropical, mientras que las Sorex se encuentran fundamentalmente en ambientes eurosiberianos húmedos y son muy raras en la Europa mediterránea. Entre sus adaptaciones a los climas fríos, parece que están sus orejas más pequeñas, que irradian menos calor corporal al aire. En cuanto a la especie concreta, no tengo la menor idea.

Hicimos muchas más salidas interesantes. En general la zona se conserva verde y cada vez más frondosa, como consecuencia de la expansión del matorral y el bosque en zonas de pastizales. En realidad eso constata un problema en la zona, que puede quedar encubierto por el verdor y la exuberancia del paisaje, pero que al mismo tiempo podría estar poniendo en peligro la propia riquezza natural de la región. Según nos comentó nuestra casera, se está produciendo en el concejo (como en buena parte de la Cornisa Cantábrica) un rápido abandono de la ganadería. Con la globalización y la importación de carne y leche, las familias ya no pueden mantenerse criando vacas porque los precios de venta son cada vez más bajos. De hecho, nuestra casera había vendido hacía unos pocos años sus últimas reses, pese haber luchado por mantener la explotación familiar heredada de sus padres: simplemente no sólo no sacaba dinero, sino que perdía, al ser más caros los costes de mantenimiento que los beneficios de la venta de carne y leche.

Esa negra sombra se extiende ya por las montañas. A medida que desaparece el ganado de los prados, cambia el paisaje. Se cierra, se vuelve homogéneo, y se empobrece. Desaparecen las áreas de campeo de las águilas culebreras y los buitres se van quedando sin comida. Además de las consecuencias que esto puede tener para unos ecosistemas que llevan milenios coexistiendo con las culturas ganaderas humanas, existen repercusiones sociales que pueden ser igualmente peligrosas: se podía percibir que la gente estaba dolida con esa fenómeno. Nuestra casera decía: "Nuestros gobernantes se preocupan mucho por el oso, y no quieren una mina aquí en el valle. Pero ¿qué pasa con nosotros? ¿Nos tendremos que marchar? ¿Somos menos importantes que el oso?".

Esperemos que las soluciones inteligentes y valientes no tarden en llegar, porque Asturias tiene una impresionante riqueza que merece la pena conservar entre todos. En diferentes lugares encontramos cosas curiosas, que no habíamos visto antes. Por ejemplo, en Luarca encontramos numerosas truchas en la zona baja de la ría, nadando en agua salada entre bancos de lisas, cangrejos y moluscos marinos:

Aparentemente estas truchas eran fluviales, pero pasaban del agua dulce a la salada constantemente y sin ningún problema.Y por supuesto, no puedo dejar sin mencionar la maravillosa playa de Barayo, casi en el extremo occidental del litoral asturiano:


Se trata de un paraje muy bien conservado, pese a la presencia de plantaciones de pinos y eucaliptos en sus inmediaciones. La ría, flanqueada por dos laderas rocosas que forman acantilados al llegar al mar, se encuentra rellenada por materiales sedimentarios aportados por el río Barayo. Este serpentea antes de alcanzar su desembocadura, y gracias a sus aportes de arenas se ha formado una amplia playa con un sistema dunar, así como un ambiente estuarino muy interesante, que incluye la presencia estable de nutria (Lutra lutra). Aunque tiene un camino corto que permite bajar a la playa desde un aparcamiento en sólo unos minutos, preferimos hacer una ruta larga que discurre contigua al río. Eso nos permitió observar una microscópica muestra de cómo eran las rías cantábricas hace siglos, antes de que fueran ocupadas y urbanizadas por los seres humanos. Así, en el curso bajo del Barayo, pero antes de llegar a la zona de influencia de las mareas y aguas marinas, el camino se adentró en una verdadera selva (con lianas incluidas) dominada por grandes alisos (Alnus glutinosa).


El Barayo se dividía en brazos secundarios, que recorrían el bosque sombrío cargados de sedimentos:
Sin embargo, más abajo, donde el río recibía la subida de aguas saladas durante las mareas altas, los meandros cambiaban de aspecto: el bosque ripario era sustituido por una vegetación herbácea más resistente a la salinidad:


Y al fin la playa propiamente dicha:



El ambiente era muy agradable y con poca gente. Pasamos allí un buen rato, y luego nos marchamos por la ruta corta. Ésta cruzaba la desembocadura del Barayo, así que nos detuvimos un poco en aquel micro-estuario, en el que encontramos una sorprendente variedad de alevines de peces: crías de espáridos, mugílidos, aterínidos, e incluso peces planos similares a diminutos rodaballos. En cuanto a los góbidos, fueron los más fáciles de fotografiar, ya que verdaderos enjambres de alevines (probablemente de Pomatoschistus) se sentían irresistiblemente atraídos por nuestros pies:



Durante los últimos días que pasamos en Asturias, visitamos otros lugares, incluidas las inmediaciones de la reserva de Muniellos. Resultaron ser espectaculares, y me dejaron con muchas ganas de visitar el interior de la reserva. La zona acoge un número importante de osos pardos, que no obstante se extienden por gran parte de la región que estuvimos explorando. Otra cosa es llegar a verlos, claro está. Sin embargo, otras muchas criaturas fascinantes se nos cruzaron en diferentes salidas. Por ejemplo, uno de los últimos días, y cerca de la población de Cangas del Narcea, encontramos este pequeño anfibio en un bosque de ribera:




Se trataba de una cría de sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi), especie restringida fundamentalmente al oeste de la Península Ibérica. Pese a su parecido con la rana bermeja, no se encuentra emparentado con ella, y pertenece a una familia de anuros primitivos: la de los discoglósidos. Se encuentra asociado a pequeños cuerpos de agua, sobre todo si son soleados y se encuentran rodeados de vegetación herbácea, así que es de suponer que ese ejemplar procedería de algún lugar situado en los prados cercanos a aquel bosque ribereño. Y muy cerca de allí, la bóveda forestal creaba un juego de luces y sombras de gran belleza. En la pendiente que bajaba hasta el río se desarrollaba un sotobosque denso, con abundancia de helechos del género Dryopteris, que casi daban un aspecto de selva subtropical al conjunto:
Con todo lo visto, mucho más nos quedó por ver. Así que tendremos que volver tarde o temprano...