jueves, 21 de enero de 2010

LA NEVADA Y LAS AVES

Este mes de enero nos ha sorprendido con una de las nevadas más espectaculares de los últimos años, al menos en el sureste madrileño. Concretamente, la noche del domingo 10 al lunes 11 de enero, cayó una copiosa nevada que dejó la región del medio Jarama blanca y algodonosa. Además, el día amaneció soleado y en calma, lo que invitaba a salir y darse un paseo por el campo. Así hice, y lo cierto es que el paisaje ribereño tenía un aspecto espectacular, que pocas o muy pocas veces puede disfrutarse.



Bajé al Jarama con la intención de fotografiar huellas y rastros, que suelen verse claramente en la nieve. Encontré sobre todo de conejos:



Pero también de zorro, sobre todo dentro de los bosques de ribera, que parecían petrificados por el manto blanco.



En el caso de las huellas de zorro, abundaban más cerca de las madrigueras y cagarruteros de conejo, pero también a lo largo de los caminos, al lado del polígono industrial de Velilla, y por supuesto internándose en el bosque:



Sin embargo, la verdadera sorpresa del día me la dieron las aves. Sobre todo porque en ese paseo conocí casualmente a Jordi, un apasionado de las aves que me iba mostrando las especies que encontraba con su telescopio. Gracias a él pude observar varios ejemplares de zorzal alirrojo (Turdus iliacus). Esta especie de zorzal nórdico, que cría en Escandinavia y sólo se desplaza más al sur en invierno, no es nada fácil de ver por esta zona. Pero este año, con las sucesivas olas de frío que hemos tenido, las aves parecen haber realizado movimientos migratorios algo más extremos. Y curiosamente, aquella mañana en la nieve se veían muchas aves, sólo había que observar atentamente. Jordi y yo estuvimos mirando unos rastrojos entre dos campos de cultivo de la vega, y resultó que allí se alimentaban varias especies de pajarillos granívoros. Por ejemplo este escribano palustre (Emberiza schoeniclus):



Y al lado, un grupito de jilgueros (Carduelis carduelis):



Vimos varios pitos reales (Picus viridis), un ratonero (Buteo buteo), un par de halcones peregrinos (Falco peregrinus), cernícalos (Falco tinnunculus), y bandadas de avefrías (Vanellus vanellus). Algunos ejemplares de esta última especie parecían extraordinariamente confiados. Incluso pude filmar este ejemplar alimentándose entre unas malezas de la orilla del río, de una forma que recordaba más a un faisán que a un ave de praderas abiertas como es la avefría:



Tampoco tenían la conducta acostumbrada los patos, ya que algunas lagunas, como la del Soto, se encontraban parcialmente congeladas, así que habían tenido que buscar refugio en el río. Por eso allí encontramos concentraciones inusualmente altas de anátidas, como estos porrones comunes (Aythya ferina):



Pero lo más asombroso de todo, fue lo que encontramos en una extenso campo de cultivo, en la vega. Jordi rastreó la gran llanura despejada, y fue a dar con esta bandada de 27 zarapitos reales (Numenius arquata) buscando alimento en la nieve:



Se encontraban a poca distancia de una granja, a bastante distancia, así que la filmación no es muy buena. Pero doy por bien empleada la mañana, ya que esta especie de gran limícola es muy rara de ver por aquí, y al menos en mi caso es la primera vez que los veo tan cerca de casa. Cosas de los frentes polares, supongo, que obligan a los animales a improvisar y desplazarse.

¡Lo que hace ir con alguien que sabe mirar!

4 comentarios:

  1. Enhorabuena por el encuentro con Jordi. Esta manera de conocer al personal, me convence bastante más que ésta otra del comentarismo entre blogs.
    De todos modos, un paseo muy gratificante y productivo en cuanto a observaciones y compañía espontánea.
    La escena de los zarapitos, es bastante chocante.
    Saludos.

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  2. ¡Hola Javier! Tienes razón, la mejor forma de conocer gente es en persona, ¡y si es en el campo mucho mejor!

    Sí, para mí lo de los zarapitos fue sorprendente. Cuando volvía a casa me pasó un por encima, probablemente había bandos dispersos por toda la llanura del Jarama. Aquí no es muy común.

    A ver qué veo en la próxima salida...

    Saludos

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  3. Toda una oportunidad el ir acompañado de un especialista, nos permite disfrutar del campo con otros ojos en un efecto multiplicativo.
    Me ha llamado la atención en el vídeo de la avefría que cuando se queda quieta pasa totalmente desapercibida en el claro-oscuro de la nieve y el suelo.
    Saludos

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  4. Un paseo muy provechoso, por las observaciones y el encuentro.

    A veces el gran descubrimiento de un día de campo es...otro colega de campo.

    Saludos

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