jueves, 29 de agosto de 2013

EL SOL YA TIENE DUEÑO

Que nuestra sociedad vive inmersa en un circo institucional, en el que los medios de comunicación se arrodillan ante el poder económico, y los políticos se encuentran inmersos en grandes negocios sufragados con dinero público, no es nada nuevo. Sin embargo, hay que reconocer que este circo no es un espectáculo cualquiera: tiene más capacidad para asombrar que el famoso Circo del Sol.

Por ejemplo, quita el aliento tener una ministra de Sanidad implicada hasta las trancas en la trama Gürtel. También tener un ministro de Industria ejerciendo como tal, tras ser imputado por prevaricación relacionada con cuestiones urbanísticas en Canarias. Pero los personajes de este circo pueden llegar a rizar el rizo. Así sucede cuando el ministro de Industria, salpicado por la corrupción asociada a intereses económicos, decide cobrarnos por usar el sol. Me estoy refiriendo a José Manuel Soria y su flamante idea de gravar con pesados impuestos el uso de energías renovables, incluido el uso privado y colectivo de la energía solar.

Sí, lo sé, puede parecer imposible, increíble, inimaginable. Pero vayámonos acostumbrando, porque esta gente está dispuesta a exprimirnos hasta el límite. ¿Creíamos en un futuro de autosuficiencia, en el que viviríamos felices con nuestros paneles solares, sin contaminar? Pues fuimos unos ilusos, porque las grandes empresas del sector energético (que gobiernan de facto) no están dispuestas a dejar de enriquecerse a nuestra costa. Y si eso significa privatizar el Sol, pues se privatiza y pagamos por él. Éste es un primer paso, aunque no tardarán en producirse nuevos giros asombrosos en este espectáculo al que asistimos cada día.

La revista 'Forbes' se mofa del Gobierno español por poner un “impuesto al sol”


La batalla de los inversores en energías renovables contra el Gobierno español ha llegado a uno de los medios más poderosos del mundo, la revistaForbes, que elabora el famoso ranking de las mayores fortunas del mundo. Así, ha publicado un artículo en el que ridiculiza a nuestro Ejecutivo por la ocurrencia de “poner un impuesto al sol” ante la falta de ideas para reducir el déficit eléctrico, con lo que se alinea con los fondos norteamericanos perjudicados por la reforma.
El artículo es obra de Kelly Phillips Erb, especialista en fiscalidad de Forbes. Tras explicar que España es uno de los países con más horas de sol del mundo y que, por tanto, es lógico que haya impulsado la energía solar hasta colocarnos como uno de los primeros del mundo en capacidad fotovoltaica instalada, añade que eso ha provocado una sobrecapacidad respecto a la demanda de más del 60%. Y asegura que eso es lo que explica el déficit de tarifa de 26.000 millones (sin entrar en ninguna de las otras causas de este déficit más allá de las primas a la fotovoltaica).
Para solucionar este problema, continúa Phillips Erb, la vía elegida por España es imponer “impuestos y multas increíblemente onerosos”, y los impone precisamente sobre el comportamiento que ha estado incentivando y subvencionando durante más de una década: el uso de paneles solares. Y ahí es donde hace sangre: “Parece que los miembros del Gobierno se quedaron sin ideas, miraron al cielo un día y pensaron “¡Ya lo tengo! ¡Pongamos un impuesto al sol!””.
José Manuel Soria, ministro de Industria. Esta experta va más allá en su mofa y cuando se refiere a “los esfuerzos de reforma” añade “léase medidas desesperadas”. Critica también las medidas contra el autoconsumo como la “prohibición” de vender la energía sobrante a las eléctricas y, sobre todo, la obligación de conectar todos los paneles solares a la red con amenaza de multas de hasta 30 millones.
Aquí de nuevo se mofa del ministro de Industria, José Manuel Soria: “Esta clase de cifra es tan inabarcable para una persona media que es casi como si se la hubieran sacado de la manga en una conversación como ésta: “Ponemos 10 euros?” “Qué va, eso es muy poco.” “¿Qué tal 100 millones de euros?” “No, no, eso es muchísimo.” “¿30 millones de euros? “Sí, eso suena bien””.
Phillips Erb acusa a Soria de favorecer a las eléctricas con esta medida, que pretende asustar a los ciudadanos y hacer imposible el autoconsumo porque sale más barato seguir comprándosela a la compañía que le toque. E incluso se hace eco de las palabras de Teresa Ribera,  secretaria de Estado de Medio Ambiente con el Gobierno de Zapatero, en las que asegura que la reforma es “una seria invitación de Gobierno a los ciudadanos para que se vuelvan antisistema”.
El 'lobby' de los fondos estadounidenses
Huerto solar. (Efe)Más allá de las ridiculizaciones, con esta columna Forbes sealinea con los fondos norteamericanos que han invertido fuertes cantidades en energías renovables atraídos por las primas del anterior Ejecutivo y que ahora se rebelan contra este cambio de las reglas del juego “a mitad del partido”. Como ha venido informando El Confidencial, estos fondos están dispuestos a presentar grandes litigios contra Españapor lo que consideran una “expropiación progresiva” y una violación del principio de seguridad jurídica.
Lo cierto es que la reforma energética aprobada por Soria en julio reducirá la rentabilidad garantizada a los productores de fotovoltaica hasta el entorno del 7,5% -en la práctica no irá más allá del 5% porque el propio Gobierno estimará los costes en que han incurrido estas instalaciones- durante toda su vida útil. Eso significa que las que tuvieron una rentabilidad de dos dígitos en los primeros años con el sistema socialista verán reducidas drásticamente sus retribuciones a futuro, lo que hará inviables muchas de estas inversiones. Porque, además, lo normal es que se hicieran con porcentajes de deuda (apalancamiento) de hasta el 80%, que tienen que devolver.
El problema es muy grave porque estamos hablando de 50.000 huertos solares en los que, además de los fondos norteamericanos y las eléctricas españolas, están presentes muchos inversores individuales. Estos damnificados se comparan con los afectados por las preferentes de la banca nacionalizada y están dispuestos a judicializar el sector eléctrico para aguantar hasta que el PP pierda las elecciones y ocupe el Gobierno un partido más sensible a sus intereses.

2 comentarios:

  1. Bueno, es una muestra más de que "nuestros" políticos no trabajan para nosotros sino para sus empresas, esas que les dejan repletos sobres y que cuando se retiran les tienen reservados cómodos puestos de trabajo desde los que se seguirán forrando después de habernos exprimido.
    ¡Ale! en las próximas elecciones a seguir votándoles en lugar de botarles.

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, Jesús, no vivimos en una democracia, porque el pueblo no gobierna. Ni directa ni indirectamente (mediante sufragio). Se trata de una oligarquía, pura y dura, revestida de tal manera que genera una ilusión de democracia (votar cada 4 años, etc).

    En el caso del sector energético, resulta escandaloso simplemente el número de ex ministros (y de ex-políticos en general) que acaban colocados en sus empresas una vez que dejan la función pública. Se pasan años haciendo méritos y finalmente consiguen su recompensa. En el caso del gobierno actual, algunos de sus componentes (como el ministro de Guindos) tienen intereses en este sector ya antes de estar al frente de un ministerio.

    ResponderEliminar